Cuando se gestó el Plan Hidrológico Nacional, se consideraba que los problemas derivados de la falta de agua para algunas regiones se podrían atenuar con los excedentes de otras.

Al eliminar más tarde este Plan, las regiones necesitadas de agua para su desarrollo, (que no para beber como se ha pretendido argumentar), han intentado solucionar su problema y han elaborado un plan para trasvasar agua desde el pantano de Valdecañas al Segura, que ha encontrado acomodo inicial en el presidente de la Junta de Extremadura.

Sin ánimo de entrar en una polémica de tipo técnico porque no es este el foro adecuado, sí hemos de entrar en una valoración de lo que supone que lo que para unas regiones no vale, como es el trasvasar agua del Ebro a Levante, ahora se intente que valga para Extremadura, o sea pasemos dos veces el agua del Tajo al Segura como si esta cuenca del Tajo tuviera unos excedentes que justificaran dichos trasvases.

Extremadura Unida nunca se opondría a compartir un bien tan necesario como vital cuando ello fuera algo derivado de una consideración global, y cuando desde todas las regiones de España se aportaran las posibles soluciones. A lo que nos negamos es a ser la única región que comparte su agua, muy escasa además, con otras regiones y esto por varias razones:

XLA PRIMERAx es el agravio comparativo que supone pedir a Extremadura o imponerle un segundo trasvase como el que se está pretendiendo llevar a cabo desde el pantano de Valdecañas a la Región de Murcia.

--¿ Cómo se puede justificar esta solución si esto mismo no ha valido para el Ebro, que es el río más caudaloso de España que vierte miles de hectómetros cúbicos anualmente al mar y cuyo trasvase es viable desde el punto de vista económico, medioambiental y técnico?

--¿Dónde están los argumentos del Gobierno que derogó el Plan Hidrológico Nacional para aceptar que Extremadura dé y Aragón y Cataluña no, teniendo más escasez de agua nuestra región?

La segunda razón para oponerse a este segundo trasvase desde Valdecañas a Murcia es que no se justifica desde un punto de vista ecológico y de desarrollo sostenible.

--El embalse de Valdecañas se encontraba a mediados de agosto del 2008 al 32,6 % de su capacidad, con 474 hectómetros cúbicos de agua embalsada frente a los 1.466 de capacidad total. Este problema de la escasez del agua no es coyuntural sino permanente.

--El trasvase de agua acarrearía daños irreversibles y un fuerte impacto ambiental, ya que atravesaría espacios naturales protegidos como los Berrocales del Tajo, Los Montes de Toledo o el Parque Nacional de Cabañeros.

--Este agua no es apta para el consumo, según los expertos, porque no se renueva y porque arrastra las aguas residuales de varias ciudades entre ellas Madrid.

--La Unión Europea asegura que lo más razonable es condicionar el desarrollo económico a la disponibilidad de agua. Según Bruselas el gran desarrollo de centros turísticos en cuencas hidrográficas deficitarias del Levante español ha tenido un impacto significativo sobre los recursos hídricos locales y propone un modelo de gestión del agua coherente con la unidad de las cuencas hidrográficas, afirmando que una región no debe basar su desarrollo en recursos ajenos.

La tercera causa para rechazar este trasvase viene dada desde un punto de vista de desarrollo económico y social:

--Ese agua tan buscada por Murcia está destinada a desarrollos urbanísticos y turísticos, de los que también Extremadura tiene necesidad para lograr que su potencial como región turística por excelencia desde una perspectiva medio ambiental se haga realidad y todo esto de manera sostenible.

--El agua para beber no debe faltarle a nadie, agua para todos sí, pero no agua para todo.

--El futuro de Extremadura está en sus recursos hídricos, no pueden quitarnos un agua absolutamente necesaria, y es así, como se expresa el presidente de la comunidad de regantes de Valdecañas, quien asegura que antes de plantearse un trasvase para el desarrollo de otros lugares habría que desarrollar esta zona del Campo Arañuelo y otras, porque las compensaciones previstas en el primer trasvase del Tajo no se han cumplido y echa en falta tomas de agua para todos los regantes y que haya industrias transformadoras. Esta comunidad de regantes se constituyó en 1996 y reúne a más de 850 regantes abarcando 5.250 hectáreas. Afirma también que esta zona no es rentable porque falta infraestructura que es lo que tienen en Levante, aunque allí no tengan agua. Pues bien, hagamos esas infraestructuras y aprovechemos aquí en Extremadura el agua.

La cuarta razón es rechazar una solidaridad que solo va en un sentido. Vamos a pedir un poco de cordura para que todas las regiones, en esta España de las autonomías, participemos en una redistribución equilibrada de los recursos y en la gestión adecuada del agua y que ésta no se derive a usos que supongan en definitiva el trasvase de rentas desde Extremadura a otras regiones.