TDte cuantos gestos cabe esperar en el nuevo escenario político del País Vasco, el del acercamiento de los presos de ETA y su internamiento en cárceles de su tierra podría ser el más sencillo y el que suscitara menor resistencia incluso en los más renuentes a cualquier tipo de concesión en las negociaciones para el adiós definitivo a las armas. También reforzaría ese nuevo escenario de paz al aliviar la situación de los familiares, obligados a viajes largos y penosos. La Justicia condenó en su día, por sus delitos, a los etarras que hoy cumplen sus penas en las cárceles, pero también es de justicia el reconocimiento de que esa condena no es extensible a sus próximos, que han de sufrir el alejamiento de los suyos. O dicho de otro modo: la pena ha de recaer sólo en el que cometió el delito y fue juzgado y condenado por ello, pero en ningún caso sobre quienes ni conculcaron la ley, ni fueron juzgados ni condenados a nada.

Se trata, más que de un imperativo humanitario, de un imperativo de la justicia y del derecho, pero como he reiterado durante años en tantas y tantas ocasiones, esa medida de acercamiento de presos a sus lugares de residencia, que es la residencia de los que se acuerdan de ellos y les llevan un poco de afecto cuando van a visitarlos, debería extenderse a todos los presos, esto es, a los de delitos comunes, cuyas familias también sufren ominosa e innecesariamente esa punición inmerecida. La clemencia y la generosidad, y más cuando se amparan estrictamente en la razón y el derecho, son prendas exclusivas de los fuertes y de los flexibles, que no de los rígidos que temen, ante cualquier concesión humanitaria, romperse. Se antoja duro y difícil el camino a recorrer para la construcción de una sociedad y de una vida política justa y sin violencia, pero cada paso que se adelante en él nos va a ir allanando el siguiente.

¿Por qué no empezar con el acercamiento de los presos? El diálogo esencial para que se entiendan los enfrentados, puede abrirse bien con ese gesto al que, en reciprocidad, habrán de corresponder otros.

*Periodista