TAt muchos niños y niñas de la Comunidad de Madrid se les ha preguntado por las prácticas de agobio verbal en la escuela; los resultados aparecen en el séptimo Informe Cisneros y, sumado a lo verbal, se ha detectado también el nivel de atosigamiento presencial, de hostigamiento perseverante, de acoso físico, de violencia insana de escolares contra escolares,... muchas veces todo ello adornado con cinismo refinado, ejecutado con astucia y etiquetado con la impunidad. El resultado publicado es que la práctica mitad de la infancia amarga a la otra mitad; y de la parte amargada, la mitad no sabe evadirse del ataque y acusa el gusto acre del desprecio, de la persecución, del insulto. Eso se llama bullyng , otros llaman mobbing a este matonismo infantil, que en el castellano de mi pueblo se conoce mejor con dos palabras que hoy no las escribo. Es una especie de despotismo ilustrado que está invadiendo a nuestra infancia: la niñez intimida a sus criaturas, administra justicia con criterios de banda, se estructura socialmente con simulacro de adulto y se bendicen las gracias por algunos mayores. Otro desgraciado hecho constatado, es que algunos adolescentes siguen en situación de acoso a los 18 años, lo que supone que el problema se arrastra de manera significativa a la vida de los futuros adultos, embarcándoles entonces en viajes tan variados como la depresión o la ideación suicida. Ya que no tenemos guerra por aquí cerca, practiquemos el desequilibrio. Para el ejercicio de este mal, hasta los alevines adquieren ya las estrategias más rebuscadas de escolta, de estudiada cautela, incluso de prevención y uso de coartada o justificación. Luego hay quienes babean observando la pericia de sus retoños, porque así aseguran una autonomía ya que ...se sabe bien defender y así se justifica a la infancia.

Es muy posible que se allane el camino de la justicia si muchas voces se levantan pidiendo ética, pero ¿ha presenciado usted alguna manifestación con pancartas y gritos con esa palabra? Y conviene recordar que cuando las muchas voces se alzan pidiendo justicia, se suele estar ya bien cerca del conflicto puro. Lo que hoy comento lo hago para guardar en memoria; porque José Carlos Guardiola ya no lanza escritos desde Cornudilla y a nosotros nos debe corresponder seguir hasta que se presente y nos invada el Bien de Alzheimer.

*Maestro