Si ya hemos hablado últimamente de las causas y de las consecuencias de los fenómenos sociales, en esta ocasión quisiera centrarme en la actual crisis. Considero que, una vez asumida la tragedia, se está actuando continuamente y con celeridad. Tanta que, a veces, incluso hay que matizar algunas iniciativas.

Y se está haciendo, pese a los obstáculos de aquellos que se ofrecen a ayudar pero que luego, a la hora de la verdad, paran o frenan los procesos. O bien, pese a los que no reconocen que la situación ha llegado a ser mucho más penosa como resultado de los recortes en gastos públicos esenciales cuando ellos gobernaron.

Y no quisiera perder el tiempo en echar en cara quién tiene más culpa de que, cuando la realidad nos sobrepasa, se aprecian sencillamente los déficits. Basta comparar lo que hizo cada uno en su momento.

Por consiguiente, ahora se trata de actuar y, aunque algunos no lo quieran entender, y aprovechen para minar la credibilidad de los que sí lo hacen, se trata también de modificar continuamente lo planificado en relación a unas circunstancias que, a su vez, cambian cada día.

Es necesario que seamos conscientes de que necesariamente vamos a cambiar nuestra escala de valores en adelante: dejará de ser un tópico o una frase hecha, cuando nos refiramos a que «lo importante es la salud».

Por ello, cuando todo esto pase, que pasará, no tiene que ser una mera declaración de intenciones que una vez perdida la inmediatez de la necesidad deje de ser prioritaria.

Ya profundizaremos con más detalle en el significado y en el aprendizaje de las crisis. Evitemos la algarabía del «día de la Victoria» y reconvirtámoslo en el final de un proceso que nos ha llevado a transformar nuestra forma de vida de manera definitiva y no solamente, como diría el refrán, «nos acordemos de Santa Bárbara cuando truena».

Si cuando oímos hablar de desescalada nuestras mentes miran con esperanza ese instante, tengamos al mismo tiempo la certeza de que, si hemos salido con convicción, con ganas y con fuerzas de este negro episodio de nuestra Historia, es porque no nos gustaría que volviera a repetirse.

*Historiador y diputado del PSOE.