WHway un dato muy positivo en el acuerdo que Gobierno, sindicatos y patronales cerraron días atrás: la legislación laboral no será causa de enfrentamiento en los próximos meses. El aspecto negativo es que, tras meses de negociaciones, el resultado pudo ser más ambicioso en términos de eficacia y de modernización del mercado de trabajo. En cualquier caso, y como síntesis de los diferentes intereses, lo más candente entra en vías de solución: se va a luchar contra la vergonzosa práctica de que las empresas tengan, de manera indefinida, trabajadores temporales por la vía de encadenar sus contratos. El precio que pagan los sindicatos, que han mostrado mucha más templanza en el proceso negociador que el líder patronal Cuevas , es permitir que el contrato indefinido con indemnización de despido de 33 días por año de trabajo se pueda aplicar ahora a más trabajadores.

Algunos sectores de la derecha se quejan del retraso y del resultado. Pero incluso ámbitos empresariales críticos con los acuerdos adoptados, que esperaban una reforma más propicia a sus intereses, admiten que cualquier avance contribuye a desarrollar la economía española. Y, por encima de lo material, hay garantías de paz social.