Carme Chacón ha vuelto con brío a su puesto de mando en el Ministerio de Defensa. Quiere cambiar la cúpula militar. Empezando por lo más alto, se dispone a relevar al general de ejército Félix Sanz Roldán , jefe del Estado Mayor de la Defensa. Según ha hecho saber, tiene para él nuevo destino. Vaya a donde vaya --de momento sólo la ministra y el presidente del Gobierno conocen su futuro cometido- para coronar con éxito la nueva encomienda, el general Sanz Roldán contará como aliados con la discreción y la tenacidad. Durante los últimos cuatro años hemos tenido un Jemad (jefe del Estado Mayor de la Defensa) sobresaliente: sobrio, competente y reacio al pelotilleo político que suele ser la filoxera que apareja el cargo.

Como podría explicar con párrafo largo José Bono (que fue quien le nombró, cuando era ministro de Defensa), la actuación del general Sanz Roldán fue crucial en la desactivación de la asonada dialéctica que montó en Sevilla el día de la Pascua Militar el teniente general Mena . Eran los primeros compases del acre debate político sobre el nuevo Estatuto de Cataluña y las miradas de no pocos estaban pendientes de lo que pudiera decir el Gran Mudo . Entonces se dijo que Mena había dicho lo que otros muchos uniformados pensaban. La Constitución establece que las Fuerzas Armadas son garantes de la unidad de España, pero también dice que como organización jerárquica, el Ejército está sometido al poder político. Mena habló donde no debía y cuando le faltaba días para pasar a la reserva. Es difícil etiquetar aquel recuerdo en la lista de actos heroicos, pero sí se puede decir, sin temor a errar, que la forma en la que el Jemad Sanz Roldán resolvió el problema permanecerá como ejemplo.

Creo recordar haber oído a Bono más de un comentario en ese sentido. También Alonso , el sucesor de Bono al frente de Defensa, tenía fe en Sanz Roldán. Tanta como para promover la candidatura del general a una jefatura militar de la OTAN. Era un brindis al sol confiando en que Washington hubiera olvidado la retirada de las tropas españolas de Iraq. Salió elegido el candidato italiano. Pero nadie pudo decir que en la mirada de nuestro general anidara algo parecido a aquella nostalgia que Ulises sentía --según el decir de Homero -- por los lugares que no había conocido.

*Periodista