TQtuienes hemos tenido la oportunidad de vivir en la tierra que nos ha engendrado, durante los últimos 25 años, en los que la nave de la región extremeña ha sido dirigida por una persona de la calidad política --y me consta que humana-- de Rodríguez Ibarra , nos sentiremos un poco huérfanos a partir de junio del próximo año.

Es lógico y hasta cierto punto prudente cerrar ciclos para renovar procesos, máxime cuando estamos hablando de política y de partidos, donde las renovaciones forman parte de la cotidianeidad y de la estrategia de progreso, específicas de nuevos periodos y nuevas fórmulas de concebir y practicar la política. Sin embargo, siempre queda un vacío pronunciado, supongo que fruto de la sorpresa y de la expectación de la cercanía de la noticia, aunque me temo que este desequilibrio emocional y sentimental en esta ocasión se dilatará durante mucho tiempo, y es posible que viva y se instale para siempre en el recuerdo de miles de extremeños y extremeñas.

El dilema se plantea ahora en las filas del partido socialista, donde habrá de debatirse y decidirse cuál ha de ser el sucesor o sucesora, y donde esta decisión también ha generado cierta preocupación por la responsabilidad que supone elegir a una persona capaz de pilotar un proyecto de progreso y de futuro para una región como Extremadura. Afortunadamente el trabajo de ilusión y de profundización en la identidad de nuestra región de años atrás ha forjado excelentes personas, con capacidades más que suficientes para afrontar el nuevo reto que supone llevar a esta tierra hacia el nuevo horizonte que se perfila.

Sin duda este acontecimiento supone un punto de inflexión en la historia de Extremadura, la del partido socialista regional y la de muchas personas que han confiado de manera muy profunda en este magnífico presidente y excelente líder político. felipe.sanchez.barbaextremadura.es

*Técnico en Desarrollo Rural