Quienes hayan seguido a través de este diario y de otros medios de comunicación extremeños lo publicado desde el 16 de junio de 2006 hasta hace unos días, relativo al proyecto de construir un aeropuerto internacional en el entorno de Cáceres, seguramente habrían concluido, como quien suscribe, que se trataba de un proyecto empresarial privado, que contaría con el apoyo de la Junta de Extremadura. Hasta el lunes, que nos enteramos que lo único que hay es un estudio realizado por prestigiosos expertos y financiado por Caja Extremadura, que concluye que el aeropuerto será rentable en 2020, cuando supere el millón de pasajeros, y que la mejor ubicación está localizada en un determinado lugar al suroeste de Cáceres. Es decir, no existen los promotores privados que con tanto interés estábamos esperando conocer, pues, como ha comentado, según publica este periódico, el presidente de Caja Extremadura: "A partir de ahora se trabajará en la constitución de la sociedad promotora del proyecto, para la que se buscarán socios inversores, y reveló que ya existen contactos con compañías de bajo coste, empresas turísticas, compañías aéreas y otras entidades financieras".

XSI AUNx no hay promotores privados (La Caja es pública), ¿dónde está la génesis del proyecto del que venimos hablando desde junio de 2006? La respuesta es: Rodríguez Ibarra , quien en el Debate sobre la Orientación de la Política General de la Junta de Extremadura , celebrado en la Asamblea de Extremadura los días 15 y 16 de junio de 2006, explicó el proyecto de su gobierno para instalar en la actual Escuela de Reactores de Talavera la Real una escuela europea de pilotos de reactores, que crearía empleo para más de cien técnicos aeronáuticos cuyo ciclo formativo, según Rodríguez Ibarra, se había acordado con las empresas que se implantarían en Extremadura, con lo que se abriría una puerta nueva, inexistente hasta ahora en la región, para la industria aeronáutica y la aviónica.

Sería este proyecto para Talavera la Real, --que proporcionaría personal cualificado para las labores de mantenimiento de los aviones de esa escuela civil, desarrollaría una industria auxiliar asociada al funcionamiento de la escuela, potenciaría la investigación en nuestra universidad y en nuestros centros tecnológicos, mediante programas de I+D+I para la formación de doctores y personal de investigación, y crearía una nueva actividad de investigación y empresas en altas tecnologías, constituyendo una plataforma para desarrollo de software específico para sistemas a bordo de las aeronaves y para la radicación en Extremadura de empresas de base tecnológica--, sería este gran proyecto, digo, el que haría necesario encontrar el sitio adecuado para la instalación de un nuevo aeropuerto para Extremadura, tendente a aprovechar el auge de las compañías aéreas de bajo coste.

Cumpliendo lo anunciado en aquel debate, la Caja de Extremadura ha impulsado la redacción de un estudio en profundidad que, como anunció premonitoriamente Rodríguez Ibarra hace 19 meses, ha concluido con la necesidad de instalar un aeropuerto internacional en el entorno de la ciudad de Cáceres, de carácter privado, con el apoyo del Gobierno regional (no sabemos aún qué opina el central), que nos situará en una nueva dimensión.

De momento, ya sabemos que el proyecto será de Interés Regional, bastante más barato que el de Ciudad Real, y que en él participarán Sofiex y Caja Extremadura. A los inversores privados se les espera. Como a la escuela europea de pilotos de reactores de Talavera la Real.

*Director de la consultora Depaex