WEw l aeropuerto de Badajoz ha sido uno de los más perjudicados en los últimos años en el reparto de fondos de AENA. Así queda reflejado en un estudio de la Universidad de Harvard, según el cual, entre 1994 y el 2003, el aeropuerto de Madrid recibió una inversión muy superior al resto de aeropuertos españoles. En ese periodo, Talavera recibió la mitad de lo que le correspondería en función de su volumen de pasajeros y tráfico aéreo. Esta cuantía sería mucho más significativa si el periodo analizado correspondiera a los años 2004 y 2005, en los que se rondaron los 80.000 pasajeros anuales, y si se compara con las inversiones que recibieron aeropuertos similares al extremeño Eso demuestra que el Gobierno --en manos del PP en el citado periodo-- aplicó con Barajas un favoritismo doblemente injusto. Primero, por el agravio comparativo, y en segundo lugar, por lo que significa de abandono de otras infraestructuras: Canarias tuvo más vuelos que Madrid, pero la Administración gastó allí solo la sexta parte, y en Baleares, con un tráfico similar, apenas una octava parte.

Aznar y Alvarez-Cascos derrocharon generosidad al aprobar una partida de 6.200 millones de euros para ampliar Barajas. Y la excusa de que Barajas debe tener privilegios por ser el aeropuerto de la capital no tiene sentido: a nadie se le ha ocurrido en EEUU primar Washington o Nueva York en detrimento de Atlanta o Chicago, con más tráfico, ni en Alemania, a Berlín a costa de Fráncfort, que alberga al primer aeropuerto del país.