Mi primera intención era agradecer a los maestros del colegio público de Prácticas el esfuerzo que están realizando para que la escolarización de nuestros hijos se produzca lo antes posible y en las mejores condiciones. Este esfuerzo generoso lo han hecho sobreponiéndose a los problemas personales que el traslado les ha causado a ellos y sus familias.

Pensando en ello me percaté del tremendo esfuerzo y dedicación que algunos padres y madres están desarrollando para garantizar en lo posible que el traslado se realice en condiciones aceptables. El resto de los padres descontando los comprensible exabruptos ocasionales, también han colaborado con su paciencia a que la situación se normalice.

No puedo olvidarme de las comunidades educativas de destino. Con el quebranto que la invasión les ha producido, no han dudado en ponerse al servicio de nuestro colegio para ayudarnos a resolver los problemas. Así, los maestros de Primaria del centro de La Mejostilla han cedido graciosamente sus aulas en la planta baja a nuestros niños de Infantil, y la asociación de padres han ofrecido su comedor escolar.

El malo de la película es la Administración Educativa. Por su mala cabeza se ha visto obligada a provocar este terremoto, en este momento. Si se hubieran realizado las obras necesarias hace años, como repetidamente habían reclamado los padres y el centro, no se habría llegado a estos extremos. Con todo, las personas que actualmente son responsables de la Administración están tratando de facilitar las cosas, aunque comenzaron con mal pie, al colocarnos a todos ante las decisiones tomadas y los hechos consumados.

Mención aparte merecen las fuerzas políticas. No queremos que nos conviertan en estandarte de ninguna cruzada. Todos estuvieron en posiciones de intervenir, cuando había tiempo, y no lo hicieron. Ahora, si realmente quieren ayudar, deben hacer propuestas constructivas en los ámbitos en los que las puedan gestionar, contribuir a mejorarlas sin mirar de dónde vienen y votarlas afirmativamente.

Todo este caudal de esfuerzo, paciencia y generosidad merece una contrapartida por parte de la Administración Educativa: El compromiso y el esfuerzo sostenidos para que las obras necesarias en el colegio público de Prácticas se ejecuten lo más rápidamente posible, y que nuestros hijos e hijas no estén fuera de un colegio digno en su actual ubicación ni un día más de lo necesario.

Jose M. Calvarro Fernández **

Padre