Hoy, ya pasado unos días, me atrevo a escribir en nombre de los hijos, nueras, yerno y nietos de Felisa Mena Núñez, conocida por Sisi. Hace aproximadamente mes y medio que llegó a la Residencia Asistida, en concreto a la primera planta. Su estancia ha sido muy corta, pero muy grata. Queremos transmitir nuestro agradecimiento a todo el personal y especialmente a todos los de la planta donde residió hasta su fallecimiento. Gracias por vuestros cuidados, gracias por vuestra paciencia, fuerza y comprensión, gracias por tener siempre una sonrisa, gracias por vuestra profesionalidad, gracias por ese cariño y mimos que le habéis dado en esa corta estancia, gracias por la paciencia y devoción que ponéis día a día en vuestro trabajo, a pesar de muchas horas y a veces no en las mejores condiciones, gracias por vuestra calma y vuestro consuelo ante los familiares en esos momentos tan dificiles. Es gratificante ver cómo cuidáis a todos ellos, protegiéndolos como una madre a sus hijos, cómo despertáis una sonrisa donde hay tristeza, palabras de consuelo en los momentos más dificiles...

Los últimos días han sido muy duros a pesar de... Y lo digo porque a pesar de todo nadie se habitúa a ver como un familiar tan allegado, una madre, se va apagando poco a poco.

Un profesional sanitario escribia: «Confian en mí sin conocerme, sin haberme visto jamás, probablemente en el peor momento de su vida. Muchas veces me preguntan que tiene de especial esta profesión: son momentos en los que te das cuenta de la grandeza de lo que hacemos, y sigues poniéndote el pijama cada día, por esto, por estos momentos, por los residentes/pacientes y por todo lo que te dan ellos a ti sin saberlo. Es imposible que alguien que dedica su tiempo a los demás no sea feliz».

Desde ahora hay una estrella más allí arriba que velará por vosotros.