No es mi deseo, ni mucho menos echar leña al fuego, ahora que al parecer lo de las obras de abastecimiento de agua a Cáceres desde Portaje están teniendo algún retraso y hay ciudadanos que con razón están mostrando su inquietud ante este hecho, pero debo hacer constar algunas cosas que sucedieron para llegar a donde estamos, o mejor dicho, para intentar que no se llegara a una situación como la del presente.

En primer lugar quiero dejar constancia que nada más tomar posesión la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona , que estuvo en el cargo desde abril de 2004 hasta el mismo mes del año 2008, desde el Ayuntamiento de Cáceres le dirigimos escrito en el que se le hacía constar que dentro del Plan Hidrológico Nacional estaban incluidas las Obras de Construcción de Embalse para Abastecimiento de Agua a Cáceres, cuyas obras serían definitivas para resolver de forma permanente lo que era un problema de primera necesidad para la ciudad. Asimismo se recordaba a la ministra, que llegaba nueva a su cargo, que en el mes de junio de 2002 se había licitado un concurso de ideas para la implantación de la presa, concurso que por cierto fue resuelto y adjudicado a favor de la Empresa Gycsa.

Y en enero del año 2003, la Secretaría General de Medio Ambiente remitió al Ayuntamiento de Cáceres y a otras instituciones regionales, al objeto de Evaluación del Impacto Ambiental, la Memoria-Resumen elaborada por la empresa adjudicataria en la que proponía cuatro alternativas posibles a la ubicación de la presa.

XY TENGOx que decir que la Dirección General de Obras Hidráulicas elige, una vez escuchadas las administraciones correspondientes, la alternativa Almonte-Monroy, situada a 16,6 kilómetros aguas abajo del río Tozo, con una capacidad de 40 hectómetros cúbicos, con la que el ayuntamiento se muestra conforme con la solución aportada y colabora con la Empresa Cygsa en la redacción del proyecto. Y por el mes de abril de 2004, se comunica al ayuntamiento que el proyecto se encuentra terminado con un presupuesto de 28.485.282,51 euros.

El proyecto fue supervisado por la Dirección General de Obras Hidráulicas y Calidad del Agua del Ministerio, teniendo previsto que a principios del mes de mayo de aquel año 2003 se sacaría a información pública y en los meses de agosto-septiembre se podía obtener la aprobación de impacto ambiental otorgada por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por lo que sólo quedaba la licitación de las obras.

A pesar de ser una obra imprescindible y urgente para la ciudad de Cáceres, el ayuntamiento no recibió respuesta alguna a todos estos planteamientos que se hicieron a la ministra. La Confederación Hidrográfica del Tajo, con un nuevo presidente nacional, olvida todo el camino andado y empieza con la denominada obra de trasvase desde los embalses de Gabriel y Galán y Portaje al de Guadiloba. el ayuntamiento presenta alegaciones y recurre esta decisión, por no ser la apropiada para el abastecimiento de aguas a la ciudad, pero no se tienen en cuenta y aprovechando que encontraron una opinión contraria a algunos aspectos de la Presa del Almonte procedente de una Asociación de defensa del Medio Ambiente, que según algunos expertos decían, podrían haberse subsanado fácilmente, pero la decisión de ir adelante en el proyecto que defendía la Confederación Hidrográfica del Tajo bajo la presidencia de un nuevo presidente nombrado por el nuevo gobierno socialista, estaba tomada.

Dejamos ahí todo el primer comentario, y si fuera necesario seguiríamos con algunos datos más que aquí es imposible incardinar por razones de espacio.