XCxáceres ha vivido el invierno más seco de los conocidos por las estadísticas, por lo que se prevé que pudieran existir cortes de agua en nuestra capital, en nuestros grifos.

Desde que se construyó la presa del Guadiloba ya han pasado 30 años y Cáceres no ha dejado de crecer, se hace por tanto imprescindible esta nueva presa. Estamos de acuerdo, por tanto, que la obra es necesaria para el futuro desarrollo de la capital. En 1997 el Ministerio de Medio Ambiente incluye el proyecto de su construcción en el famoso Plan Hidrológico Nacional, famoso por ser el plan que ordenaba el trasvase del Ebro, suspendido, como todos sabemos, por el Gobierno ZP. Hasta entonces, la nueva presa de Cáceres tenía todos los beneplácitos del Gobierno de Madrid, tenía proyecto definitivo, presupuesto firme, enclave definido, preparada la licitación de obra y el inicio previsto para septiembre.

Pues bien, con la entrada de ZP y en cumplimiento de su promesa a Zaragoza, paraliza el Plan Nacional incluido el proyecto de los cacereños. Aun así, los socialistas extremeños no han sabido ver la paralización de este proyecto y tuvo que ser el alcalde de Cáceres, José M.a Saponi , quien pidiera explicaciones al ministerio el pasado julio. El presidente de la confederación dijo ese mismo mes que esperaba el cierre del proyecto para septiembre; en noviembre asegura que la presa no se realizaría por problemas técnicos y por un informe sobre la protección ambiental, proponiendo la búsqueda de otras ubicaciones. La delegada del Gobierno anunció en octubre pasado que el proyecto estaría terminado en enero, mientras que Victorino Mayoral (PSOE) anuncia que en los Presupuestos Generales del Estado para 2005, "no aparece partida alguna para esta presa".

La portavoz socialista del ayuntamiento indicó en noviembre que todo iba sobre ruedas, que no había retrasos , alabó la nueva búsqueda de soluciones y ahora nos dice que el agua debe reutilizarse, redepurarse, habla del ahorro, de la educación del ciudadano... Refiriéndose a los del PP dijo hace un año que "eran expertos en obras virtuales y mediáticas, que se necesitaban partidas presupuestarias y no declaraciones, que había medallas triunfalistas sobre futuro, que lo único valedero era lo presente y lo existente". ¡Sin comentarios!

¿Y el señor Ibarra ? Nuestro padre prometió que ningún proyecto de la región sufriría retrasos ni menoscabo como consecuencia de la anulación del plan, y tardó seis meses en creerse lo de la suspensión. Es por eso que en otoño y otra vez en invierno se comprometió a ser intermediario. Muy bien, ¿y?, ¿Dónde está ahora el Ibarra reivindicativo y peleón?

Lo de los ecologistas es curioso: los de Adena se oponen a esta presa por la protección de las aves de la zona y a la vez los Ecologistas en Acción dicen que los Riveros del Almonte no están declarados zona de especial protección de aves.

Al que echo de menos en todo esto es al presidente de la Diputación. Sería bueno para todos que la Diputación también se implicara, porque la presa daría agua a los grifos del 25% de la población de la provincia. ¿Es posible que el señor Tovar y el grupo socialista no se hayan enterado de la polémica?

En las hemerotecas comprobamos que los socialistas extremeños no se creían lo de la paralización de las obras y han derrochado imaginación para justificar los atrasos. Tengo la sensación de que han sido engañados desde el ministerio de ZP, les han estado mareando la perdiz y ahora estamos igual que en enero de 2003.

No se imaginan la alegría que me daría si en un futuro próximo pudiera felicitar, dar las gracias y aplaudir a los representantes socialistas de esta región, si por su gestión y talante en este tema, consiguieran convencer a ZP de la necesidad urgente de esta obra, por el bien de la ciudad de Cáceres.

*Secretario de Mediosde Comunicación del PP