Agua

TOtumar vive en Mali y todos los días tiene que recorrer dos kilómetros para acarrear agua del pozo más cercano a su cabaña. Sus cuatro vacas le retienen asentado con su familia en una zona de pastos secos que crecen míseramente gracias a la escasa lluvia que cae durante el año. Su ambición es tener un pozo a cincuenta metros de su casa para evitarse la caminata diaria. Oumar tiene un primo que vive en Marruecos desde hace tres años, trabaja en un taller de curtidos y le ha dicho que en la ciudad en la que vive hay fuentes en las plazas y algunas personas las tienen dentro de sus casas. Toumani , que así se llama su primo, ambiciona ir a trabajar a España, a la ciudad donde vive un amigo suyo marroquí llamado Hoummad , que trabaja en unas extensas plantaciones de tomate. Hoummad le ha dicho que en España llega el agua a todas las casas y la mayoría de ellas tienen varias fuentes. El duerme en un barracón que dispone de varios caños de agua. La ambición de Hoummad es irse a vivir a una gran ciudad donde vive su amigo Said , que trabaja de vendedor en un bazar que abrió hace varios años un adinerado paisano suyo. Said le ha escrito cartas varias veces y le ha dicho que habita un piso que tiene dos cuartos de baño, con tres grifos que emanan agua cada uno; y una cocina que tiene otro grifo sobre un fregadero donde se lava la loza. Pero la ambición de Said es tener un trabajo como el que tiene su amigo Tayeb , que cuida una gran casa de vacaciones situada cerca del mar, que pertenece a una acaudalada familia española. Tayeb le ha contado que la casa tiene piscina, donde él se baña cuando los dueños se ausentan por unos días, y muchos grifos dispersos por el suelo, que mantienen la hierva siempre verde. La ambición de Tayeb es ahorrar mucho dinero para volver a Marruecos y hacerse una casa con piscina, como la que se ve en una fotografía de una revista que ha retirado de una mesa del porche de la casa, que dedica varias páginas al diseño y mantenimiento de viviendas y jardines. También incluye un reportaje que cuenta la historia de un hombre llamado Oumar, que vive en Mali y tiene que andar a diario dos kilómetros para llegar al pozo de agua más cercano.