Yo también fui víctima del acoso escolar o el llamado Bullyiyng. Parece hasta que sea una moda haberlo sufrido. Pienso que, si lo parece, será porque es bastante común esta mala práctica. En mi caso se trató de acoso escolar en un colegio de monjas de mi localidad. Si de algo me tengo que quejar es de la mala praxis educacional por parte de la mayoría, no de todos, los profesores. El motivo por el cual se burlaban de mí no era por otro que por no querer pertenecer al grupo de las llamadas populares de la clase. Ese grupo ejerció tanta influencia que se extendió una mala imagen de mí, incluso con los chicos de la clase y entre los cursos superiores. Por este motivo era la última en ser elegida para cualquier actividad, tuve que aguantar burlas y algún que otro maltrato físico, bromas de mal gusto, motes y minutos eternos sola en el patio. No fui la única persona de mi curso que lo sufrió, y por ello decidí no quedarme del todo sola sino que acudí a otras dos chicas que también lo estaban sufriendo. Animo por ello a que las víctimas hagan lo mismo e intenten juntarse con personas que puedan comprender su situación o que hayan sufrido algo parecido, no tengan miedo y no se queden solas. En el instituto sucedió algo parecido pero distinto, no obstante por un motivo similar, y es el de querer ser una misma, sin influencias que, aunque marcaran tendencia, estuvieran vacías. Hoy por hoy estoy orgullosa de poder estar estudiando Psicología, confiando en gente buena y sé que el mundo está en paz conmigo, como lo estará contigo si no cometes el error de lastimar a alguien para el fin de sentirte superior.