WSwe acerca el primer aniversario de los atentados del 11-M y la comisión de investigación, como se temía, no consigue unas conclusiones globales unánimes sobre lo sucedido. Ante eso, varios partidos optan por algo razonable: ofrecer ahora las conclusiones que se han podido pactar sobre las reformas necesarias para mejorar la lucha antiterrorista y el apoyo a las víctimas, y divulgar más adelante --si es posible-- las que ahora aún enfrentan a unos partidos con otros. Pero el PP rechaza este documento de mínimos y reitera su viejo mensaje de que los demás están "jugando" con las víctimas.

Como se ve, en este país sirven para muy poco las comisiones de investigación formadas por políticos. Falla la calidad humana necesaria para, en servicio de los intereses de Estado, desmarcarse del partidismo. Es igual lo que aflore en las comparecencias: ellos dicen y votan lo previsible, las consignas de sus jefes de filas.

Por eso, simplemente por eso, pedíamos nosotros que de ahora en adelante, empezando por el Carmel, los miembros de las comisiones sean expertos independientes designados --eso sí-- por el Parlamento, y con plena libertad para emitir un dictamen mínimamente objetivo. Lo demás es, como se ve, un fracaso.