El Congreso de los Diputados aprobó el pasado día 10 la nueva Ley del Suelo que sustituye a la aprobada por el Partido Popular en el 98. Una vez más el Partido Popular se quedó solo en esta legislatura defendiendo lo indefendible de su ley que ha permitido que en solo 9 años se haya producido la mayor especulación urbanística de nuestra historia.

La Ley del 98 que liberaba los mercados y entre ellos el precio del suelo urbanizable abrió la veda a los especuladores sin escrúpulos, que observaron que con aquella ley era muy fácil especular y amasar grandes fortunas mientras cientos de miles de españoles han hipotecado sus vidas comprando las mismas viviendas con la que ellos se enriquecían.

Esperemos que esta vez las críticas a la ministra de la Vivienda, M. Antonia Trujillo, por los mini-pisos, se conviertan ahora en felicitaciones hacía ella por haber sacado adelante una Ley del Suelo que si se aplica con rigurosidad acabará con las especulaciones y corrupciones que hemos sufrido en nuestro país en los últimos años, desde ahora la vivienda tendrá una protección más rigurosa por la ley como un bien común de interés general para los ciudadanos y un control más riguroso para que esos promotores sin escrúpulos no sigan especulando a costa de millones de españoles y en especial jóvenes.

Mi felicitación para la ministra de la Vivienda, así como también para el juez Torres del caso Malaya, y que tanto el poder legislativo, como el de la justicia les animo a que tengan tolerancia cero contra toda clase de corrupción sea quien sea el corrupto. Solo así los ciudadanos volverán a tener confianza en los políticos y también en la justicia para todos.

Joaquín García Mayo **

Alburquerque