El 17 de mayo de 2006 se firmaba en Badajoz un convenio entre Ministerio de Vivienda, Junta y ayuntamiento para la recuperación de la alcazaba árabe. Pasados más de dos años desde aquel acuerdo, tiempo más que suficiente para ejecutar su contenido, la realidad es bien distinta: no se ha avanzado absolutamente nada, hay zonas en las se acumulan toneladas de basura, lienzos de muralla que se caen a pedazos, indigentes malviviendo entre ruinas, degradada a aparcamiento público; en definitiva se ofrece una imagen deplorable al visitante. ¿Por qué el alcalde no hace ni dice nada? ¿Puede permitirse la Junta tener en tan lamentable estado una de las joyas patrimoniales más importantes de Extremadura? ¿Lo tendrá la nueva ministra entre sus prioridades? Y sobre todo, ¿cuándo demonios podremos los badajocenses disfrutar de nuestro valiosísimo patrimonio e incomparable historia como nos merecemos? Me temo que no interesa.

Rubén Galea Gil **

Badajoz