WDwesde primeros de mes, el alcohol, y su consumo en contextos juveniles, se ha situado en el centro de la polémica política de los dos grupos municipales de Mérida. Primero fue el PSOE el que criticó al equipo de Gobierno por consentir que se consumieran bebidas alcohólicas en el programa ´Ven a Veralia 2006´ destinado a niños y jóvenes y bajo el auspicio del Plan Municipal contra la Droga. Después ha sido el PP el que ha contraatacado y apuntado al portavoz socialista, Angel Calle , en su doble condición de político y de director de un instituto de Secundaria. Los populares han señalado a Calle y lo han acusado de permitir el consumo de bebidas alcohólicas en su centro, a pesar de que está taxativamente prohibido. En ambos casos, los acusados primero negaron la acusación y después han terminado admitiéndola, poniendo al descubierto la facilidad con que se cambian los argumentos y se utiliza una idea y su contraria con tal de criticar al oponente. También se ha puesto de manifiesto en este asunto la laxitud con que las autoridades, que son ejemplos para los ciudadanos, abordan el consumo del alcohol (tanto el PP en Veralia como Calle en el instituto le quitan hierro ) y, por ello, su incapacidad para convertirse en ejemplo ante los jóvenes.