TNto se puede estar en misa y repicando como, verbi gratia, hacen algunos pastores-obispos arrimando el ascua para pedir el voto para los plenamente identificados contra del aborto, las parejas de hecho, la homosexualidad y lesbianismo y su práctica... (Estarían en su derecho si no afirmaran, a renglón seguido, que van a mantener la neutralidad). Se es tan osado, prepotente, mentiroso, irrespetuoso, antidemócrata... en ocasiones, que no se ponen ni rojos cuando afirman que si es preciso niegan haber dicho lo que han dicho. Y se quedan tan panchos. De todo. Hasta la nauseabunda reiteración de comparar asesinos con contrincantes políticos. Aprenden rápidamente que la manipulación informativa, lejos de ser condenada, sirve para ser alabada públicamente. Y son como las pilas duracell: repiten, repiten, repiten la consigna del jefe y mienten, mienten, mienten, y llegan a creérselo, porque si no, los que sean creyentes se van a condenar. Estas cosas antes --¿antes?-- tenían su efecto: que se hablase de lo que ellos querían, en vez de gravísimos problemas que interesan de verdad a los ciudadanos: paro, empleo precario, impuestos, vivienda, inseguridad, pérdida de bienestar, de libertad... Si lo dices o lo escribes eres un manipulador, pero de los malos. Mientras, no sabe, no contesta, no hay debates. ¿Alguien da más?

*Periodista