TLta noticia del aumento del paro --doscientos mil nuevos parados en lo que va de año-- se repite mes a mes y produce un efecto desalentador en una ciudadanía que no es capaz de ver al final del túnel.

Los deberes que le ha impuesto la Unión Europea a José Luis Rodríguez Zapatero no dan frutos a corto plazo. Y ni la reforma de las pensiones, ni la reforma laboral, la congelación de las pensiones y ningún otro recorte ofrece esperanzas de que el paro se va a detener y se va a reanimar la actividad industrial. Si a eso le unimos los datos de la inflación y el estancamiento de los índices de crecimiento económico, lo único que podemos esperar es un empeoramiento general de todos los parámetros de nuestra economía.

Quizá lo más preocupante sea lo menos tangible. Este Gobierno carece de crédito. No es capaz de realizar ningún gesto con los sectores más desfavorecidos de la población. Los comedores de Cáritas no dan abasto y carecemos de datos objetivos sobre el incremento de las personas que se introducen en la marginalidad como consecuencia de esta crisis y de la forma que se ha gestionado.

Sin embargo, las noticias sobre reparto de bonus y los sueldos obscenos de los grandes ejecutivos no promueven ninguna medida de compensación en un Gobierno socialista, que no toca la fiscalidad de las grandes fortunas, ni restablece el impuesto sobre el patrimonio. Y tampoco se atreve con una reforma hipotecaria que acomode el criterio que el bien hipotecado es suficiente para saldar la cuenta con el banco. Tampoco prohíbe los llamados suelos de las hipotecas que ofrecen al banco que tengan límites sus efectos en las bajadas de tipos de interés y sin embargo no ocurre lo mismo cuando suben.

Independientemente de las consecuencias de todas estas cuestiones para la población, da la impresión de que el desmoronamiento del PSOE está asimilado por unos dirigentes que miran al otro lado cada vez que llega una de estas plagas que parece que afectan a todo el mundo menos a los dirigentes socialistas y a los poderosos. Así vamos por muy mal camino.