WLw a red social Facebook nació como un sitio web para que los estudiantes de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, establecieran contactos entre ellos. Fue creada en el año 2004 por Mark Zuckerberg y su éxito ha sido estratosférico, no solo porque se ha extendido por todo el mundo, sino porque el número de sus usuarios y la cantidad de información que se consigue acumular en su base de datos la ha convertido en un auténtico monstruo al alza a nivel global.

En la parte positiva de Facebook hay que mencionar la posibilidad cierta de establecer contactos con numerosas personas, además de compartir aficiones y de utilizar la red como una plataforma para todo tipo de actos sociales y de productos diversos, también está la ventaja de intercambiar diferentes tipos de información y de disponer de un foro de opinión sobre problemas vecinales o sobre conflictos políticos.

En el lado oscuro de Facebook, la lista que se puede hacer es inmensa: las aficiones declaradas se convierten en un oscuro objeto de deseo de todo tipo de empresas multinacionales; el ofrecimiento sin límite de los datos personales desnuda la intimidad del usuario ante el resto de los clientes de la red; se da en muchos casos una suplantación de la personalidad, con las graves consecuencias que cabe imaginar; se está expuesto a timos diversos, y muchos ejemplos más.

A pesar de los requisitos legales, entrar en Facebook sin ser todavía mayor de edad es un asunto de niños. En países donde el secuestro exprés está a la orden del día, la exposición de las circunstancias personales es un aliciente para todo tipo de delincuencia que aprovecha esta circunstancia. La introducción de imágenes propias y ajenas en el Facebook, sin ningún tipo de control, está generando un amplio debate porque incide directamente en la intimidad de las personas, que se encuentran indefensas ante una intromisión en la vida privada de tal calibre. Toda esta lista de inconvenientes que tiene Facebook se ensancha aún más con el intento de Mark Zuckerberg de disponer de los derechos de todo el material introducido en el sitio.

Aun así, la ascensión de Facebook sigue siendo imparable, una moda a la que sucumben adolescentes y sesudos políticos, divorciados y felices matrimonios, de toda clase y condición social, movidos por las ganas de contactar con el mundo, de exhibirse o por la más pura chafardería. La opción de ser usuario es personal y libre, no hay imposiciones. Pero conviene advertir, como hacen entidades y autoridades en el tema, de los peligros de esta plaza mayor del siglo XXI que es Facebook. Para aprovechar sus beneficios y para estar prevenido sobre sus múltiples trampas.