WLwa falta de lluvias en España también incide negativamente en la producción de energía hidroeléctrica. Con muchos embalses en el nivel de capacidad mínima, la red eléctrica española tiene que recurrir cada vez más a fuentes alternativas de abastecimiento. Pero este año con la dificultad añadida de la vigencia del Protocolo de Kioto, que limita anualmente la emisión de gases contaminantes derivados del uso de combustibles fósiles --gas, petróleo--, utilizados en la producción convencional de electricidad. Las compañías energéticas ya han avisado de que revisarán al alza los recibos de la luz porque contaminarán más. Estamos ante el círculo vicioso: a falta de agua para producir energía poco contaminante, se recurre a los sistemas que producen emisiones nocivas. Hacen falta fuentes limpias, y la energía eólica es una de las alternativas mejor consideradas por los expertos ante el fenómeno endémico de la sequía, que se prevé vaya en aumento. España está entre los países europeos que ha extendido su uso, aunque de manera irregular. Extremadura tiene a punto la normativa que regula la instalación de molinos. Una normativa esperada y necesaria si se quiere avanzar en la implantación de esta energía de futuro.