TCtonocíamos los beneficios que le aportan a la columna vertebral terapias como el yoga, el pilates o los estiramientos musculares, pero nada resulta tan productivo como la ingravidez. Que se lo digan al astronauta Scott Kelly , quien, después de 340 días en el espacio, ha regresado a la Tierra cinco centímetros más alto. Imagino las risas que se habrán echado su hermano gemelo, también astronauta, y él a costa de este tratamiento de reeducación postural acelerada.

No solo el universo se expande, sino que expande también al ser humano cuando entra en contacto con él. Lo malo es que si el espacio te elonga, la Tierra te contrae. De ahí que dentro de un tiempo Kelly volverá a su altura habitual. Kelly no es más alto que hace un año, tan solo lo parece. Mientras tanto, podrá alardear de una figura rejuvenecida. Y aquí no puedo olvidar aquellas palabras proféticas de Andy Warhol : "Lo importante no es lo que eres, sino lo que creen que eres". Somos pura fachada, pues.

Algo así habrán pensado nuestros políticos durante la fallida investidura de Pedro Sánchez . Los ciudadanos hemos asistido a un esperpéntico espectáculo en el que, cual perros de peleas, unos y otros han tratado de aparentar ser más altos de lo que verdaderamente son. Se confirma que en el ámbito parlamentario la necesidad de establecer pactos no hace a los dirigentes españoles más dialogantes y cordiales. Muy al contrario, los políticos se enrocan y se crecen cuanto más frágiles son su libertad de movimientos y su autonomía. Algunos han estado mal y otros, fatal, pero ninguno de ellos ha aprobado. Todos han pretendido aparentar ser más altos y aun así ninguno ha estado a la altura.

Es una pena que no podamos subirlos a bordo de un aeronave y enviarlos durante años a una estación espacial, no para que vengan más aún crecidos (¡no, por Dios!), sino simplemente para librarnos de ellos.