El precio del litro de gasóleo B para el agricultor y ganadero costaba el pasado mes de enero 0,79 euros. Son 19 céntimos más que ese mismo mes del año pasado, que comenzó con un precio de 0,57 euros.

Pueden parecer solo datos, pero reflejan claramente los altos costes que tienen que soportar los agricultores y ganaderos extremeños y que, además, se incrementan paulatinamente, mientras los precios que ellos reciben por su producción caen en picado.

Parece una paradoja. Productores que van a la quiebra mientras ven cómo los precios de los productos que venden se disparan para el consumidor y se les señala como culpables del brutal incremento del coste de la cesta de la compra. Nada más lejos de la realidad. Y, sin embargo, mientras tanto, los costes siguen subiendo.

Se ha hablado mucho en los últimos meses, y se continúa hablando del incremento de precios de los productos, antes de los cereales y ahora del arroz, llegando incluso a señalar a los agricultores, como si tuvieran que pedir perdón por obtener unos supuesto beneficios.

Y digo unos supuestos beneficios porque el incremento del precio del arroz no está repercutiendo ahora mismo en los agricultores, dado que todo el arroz de la campaña pasada está vendido, mientras que el de la campaña actual se está sembrando ahora.

XADEMAS, SIx se mantiene esa subida del precio del arroz, tal y como se prevé y tras varios años manteniéndose en los mismos niveles, supondrá simplemente una compensación para el agricultor, ya que sólo le permitirá cubrir costes en origen, que se han incrementado en esta campaña hasta un 30% respecto a la anterior, por la subida de los insumos, como el combustible o los fertilizantes.

Los precios de estos últimos llevan dos años experimentando una fuerte escalada. La subida de 2006 a 2007 ya fue alarmante, pero conforme ha ido acabando 2007 y ya en el presente año, los precios llevan un ritmo de ascensión de más del 50%. Y se dice pronto.

Otro ejemplo son los fitosanitarios. Hay algunos como el glifosato que ha subido entre el 100 y 130% en el último año, mientras que en el mercado de las semillas, si nos referimos a los cereales, en el que las cooperativas tienen un papel importante en la multiplicación, se ha experimentado una subida del 40% respecto a la campaña de siembra de 2006/07 arrastrado por la subida de los cereales y el resto de los inputs.

Es indudable así el alza en los costes de producción que soportan los agricultores y ganaderos y que se hace insufrible en algunos casos porque el precio que ellos perciben por lo que producen no sube, ya ni siquiera en la misma proporción, sino muy por debajo. Con ello, lo ajustado de los márgenes ha llevado a no pocos agricultores y ganaderos a plantearse su continuidad.

Y es que, además, a la inversa no se produce el mismo efecto. Es algo que se ve en los cereales, cuyo precio está bajando ahora. No así, por ejemplo, los piensos, en cuyas formulaciones entran como principales materias primas los cereales.

Teniendo esto en cuenta, parece oportuno pensar que los piensos deberían trasladar esta situación y, al igual que cuando las materias primas muestran tendencias al alza y avisan de que repercutirá en el precio del pienso, ahora deberían bajar.

No es así y los agricultores y ganaderos extremeños continúan soportando costes al alza en productos por los que perciben precios ruinosos en origen y que después se disparan en su destino al consumidor, haciendo que unos y otros, agricultores y ganaderos y consumidores, se sientan estafados.

De hecho, se dijo que la subida del precio del pan respondía al incremento del precio del trigo, pero ahora que el precio de los cereales está bajando no se está trasladando al precio final del pan y ningún consumidor ha notado esa bajada en su bolsillo al ir a la panadería.

*Presidente sectorialde Suministros UNEXCA.