Ya decían nuestros abuelos que no pasará un día que nos acostemos sin saber algo nuevo. Y no deja uno de sorprenderse de la ligereza con que se argumentan y plantean ciertos asuntos con el único fin de confundir. Y es que en el entresijo del cerebro debe haber una neurona inconciliable que nos obliga a decir y hacer estupideces.

Después de la recomendación del Gobierno de que comiésemos conejo en Navidad, (tonto consejo que ha sido motivo de burla en medio Planeta), el Papa, (aunque sea algo superficial) ha decidido de nuevo dejar su sello como en otras ocasiones, suprimiendo en el monumental pesebre que se instala en la plaza de San Pedro, a los pastores, la mula y el buey, cambiando la bíblica escena del establo por al casa de San José, inspirado en el evangelio de San Mateo. De un plumazo quiere romper la larga tradición de siglos basada en el evangelio de San Lucas. Pienso que Benedicto XVI no ha interpretado bien lo que narra San Mateo. Debe leerlo y meditarlo detenidamente.

Acto seguido el obispo de Tenerife hace unas lamentables afirmaciones comparando la homosexualidad con la pederastia, incluso se atreve a decir que son los adolescentes quienes la buscan y provocan. Esas palabras impactantes han dado lugar a críticas virulentas y han causado muchas protestas por parte de gays, lesbianas, transexuales... Hay que tener cuidado y no actuar y hablar sin pensárselo dos veces, pues después hay que corregir. Pero hasta el momento ni el obispo se ha disculpado ni el Papa ha dado una clara explicación.

Respecto al belén, cada uno hará lo que le venga en gana. El pueblo sencillo como hasta ahora ha ocurrido, seguirá viendo que los pastores y los dos animales dan calor al pesebre y ya puede bajar un ángel del cielo y decir lo contrario que no cambiará la tradición.

A este paso, fijándonos en cosas triviales, pronto oiremos que Melchor y Gaspar eran racistas porque siempre dan la espalda a Baltasar. Y si empezamos a quitar cosas del portal puede que un día San José brille por su ausencia alegando que ha salido a comprar tabaco.

Cuándo será el día que se plantee en serio el amor, la caridad, la igualdad... Cuando ese día llegue --si llega--, la Iglesia estará en conjunción con la que su fundador enseñó y deseó. Feliz 2008.

José Gordón Márquez **

Azuaga