Lo decía el presidente Fernández Vara con motivo de la celebración del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer y, curiosamente, coincide con el eslogan de la Iniciativa Legislativa Popular Redmadre "Nunca estarás sola" que desde el año 2006 pretende impulsar en todas las comunidades autónomas y a petición de la ciudadanía una red de apoyo a la mujer embarazada.

Desde la Comisión Promotora de la ILP en Extremadura, coincidimos en condenar la violencia machista contra la mujer de cualquier forma, pero sin descuidar más o menos intencionadamente la otra cara de la violencia machista: la violencia ejercida mediante presión psicológica o incluso física contra la mujer embaraza por parte de su pareja para que aborte en contra de su deseo y convicción.

Declaraba el presidente Vara que "con que haya una sola mujer (maltratada) hay que buscarla y darle apoyo". Lo dice porque este drama hace tiempo ha trascendido del ámbito de pareja al ámbito social porque, según sus propias palabras, "la sociedad tiene el compromiso moral y civil de protegerla".

XSIN EMBARGOx, esta demanda social coexiste con la desprotección y desamparo en que se encuentra la mujer ante un embarazo imprevisto cuando, concurriendo con éste, se dan otros factores como la falta de integración en una relación familiar estable, la inestabilidad laboral o el miedo a la pérdida del empleo, la falta de recursos económicos, la minoría de edad o cualquier otra circunstancia personal o social que genere problemas que puedan aparecer como insuperables.

Cualquier proyecto de intervención social requiere, cuando menos, de un estudio de la situación sobre la que se quiere intervenir y un diagnóstico de necesidades.

Con respecto a la situación actual, los datos estadísticos de Extremadura que refleja la encuesta del último estudio epidemiológico sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo hablan de que en el año 2008 con la actual ley se produjeron más abortos que nunca en nuestra región.

Lo más preocupante es que Extremadura tenemos la máxima proporción de abortos en el rango de edad 15-19años, esto es, un 18,73% cuando la media nacional es del 12,49% para la misma franja de edad. Otro dato preocupante es que gran parte de las mujeres que acudieron a las clínicas abortivas se encontraban en situación de dificultad. El 41% de ellas estaba estudiando o en paro y eran de nacionalidad española. El número total de abortos declarados en Extremadura asciende a un total de 1.383. Esto supone un incremento del 65% en los últimos diez años (3,70 en 1999). Prácticamente la mitad eran menores de 25 años, el 70% solteras y en el 60% de los casos las mujeres que terminaron con su embarazo no habían finalizado los estudios de la enseñanza obligatoria.

Desde nuestro punto de vista, constituye una forma de abandono y maltrato el que la sociedad, conocedora del drama que representa el aborto para la inmensa mayoría de las mujeres, no proporcione todos los apoyos, información y recursos (económicos, sociales, psicológicos, etcétera) que la permitan culminar su embarazo en libre ejercicio de su derecho a la maternidad, de forma que se pueda proteger a la mujer en estas situaciones de especial vulnerabilidad.

A estas mujeres la sociedad las deja solas ante su problema. Son mujeres que, ante la falta de apoyos, el desconocimiento o la ausencia de ayudas públicas o privadas y de otras alternativas al aborto, se ven obligadas a decidir entre su maternidad y su trabajo, pareja o familia. La gran mayoría de ellas no toman la decisión de abortar de forma libre o responsable porque son coaccionadas o sometidas a violencia por parte de hombres y también de mujeres, con tremendas consecuencias a nivel psicológico, físico, mental y otras que se encuadran en el denominado síndrome post-aborto.

La ILP Redmadre propone diez medidas concretas de ayuda a la mujer embarazada y ha conseguido hasta la fecha 65.000 firmas de la ciudadanía extremeña.

Nos toca vivir un momento crucial en la historia y desde la perspectiva de un compromiso moral y civil pretendemos concienciar a la sociedad extremeña sobre su responsabilidad en la protección de la maternidad con todos los recursos posibles, sobre la necesidad de prevenir e informar de las secuelas del aborto en la salud de la mujer, recordar el indiscutible papel de la mujer en el relevo generacional puesto en riesgo por una tasa de fecundidad que disminuye cada año en una sociedad cada vez más envejecida.

Lucharemos por una ley de solidaridad generacional con la mujer embarazada en Extremadura.

*Portavoz ILP Redmadre Extremadura.