No sé si conocen la fábula del escorpión y la rana, aunque yo prefiero la del escorpión y el topo, que alguno pareciera desconocerla. Como saben toda fábula tiene una moraleja y en ésta hay más de una interpretación.

Resulta que a la orilla de un río, se encontraron un escorpión y un topo con necesidad de cruzar un río. El escorpión, que quería cruzar, le pide al topo que se alíen, pues él no sabe nadar y el topo no puede ver, prometiendo éste no hacerle ningún daño. El topo, que también quería cruzar, accede, subiéndolo a sus espaldas. A mitad del río el escorpión ataca al topo, y éste atónito le pregunta: «¿Pero cómo has podido hacer algo así? Ahora los dos moriremos ahogados», ante lo que el escorpión responde: «No he tenido elección; es mi naturaleza».

Bien, una vez conocida, existen dos moralejas según se entienda. La primera es un ejemplo de cómo hay personas que se engañan a sí mismas aliándose con otras creyendo que ante la necesidad, éstas cambiarán su manera de ser, sin ser conscientes que por su naturaleza, en algún momento, esa naturaleza les traicionará sin importarles las consecuencias de sus actos, incluso si ello significase dañarse a sí mismos.

La otra moraleja aceptada es que la fábula ejemplifica cómo la ambición desmedida de ciertas personas les hace no tener el menor pudor en destruir las propias circunstancias o convicciones que los mantienen a flote.

Les advierto que la fábula y las distintas moralejas son ciertas indistintamente del momento político que vivimos, aunque no sé por qué se me venga ahora a la cabeza, y creo que muchos que me leen también lo ven así, indistintamente del color que profese cada cual si lo tuviera.

Por desgracia no es cuestión de si nos gusta más o menos un partido u otro, si compartimos ideología, políticas o maneras, el anunciado pacto entre PSOE y Unidas Podemos, es el pacto del topo y el escorpión, porque ni es el PSOE ni Unidas Podemos, es el pacto de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Quién es el topo y quién el escorpión lo dejo a vuestra elección, seguro que todos aciertan. No podemos decir en el mes de abril que tener a Pablo en la Moncloa le quita el sueño a los ciudadanos o que nunca le darías las llaves de tu casa, para apenas seis meses después abrir ambas. Tampoco se puede intentar cruzar un río cuando te subes a la espalda a 13 escorpiones, entre independentistas y separatistas, alguno te picará a mitad de camino, y lo peor es que no sólo el topo se ahogará, nos ahogaremos todos, menos la mayoría de escorpiones que buscarán a otro topo.

*Maestro.