AMORES

Amores los del Ayuntamiento de Badajoz. El amor entre el diario Hoy y este inefable ayuntamiento, es un poco como la relación de Carmina Ordóñez y Pepe el Marismeño. Porque los de Neira con Carmina van más en el sentido de los desamores con la oposición, y todo lo que no sea glamurear a este ayuntamiento oscuro. También sus relaciones parecen como las de Matías de Gran Hermano y las mujeres, que primero las morrea y pone en evidencia, y después quiere quedar como un amigo. Es la situación de una ciudad que no acaba de ser el faro de la región, sino todo lo contrario: la Costa de la Muerte, con fuel incluido. Y después está el diario Hoy cada día más entregado, con el soplo que el Espíritu Santo le dio en vida de don Teresiano (vuelva por favor) (que vuelva Gopegui por los clavos de Cristo) (que vuelva Sérvulo, por amor de Dios) que primero aparece la fotografía de la biblioteca del Cerro de Reyes como una leonera, calada hasta los huesos, gracias a la pinza comunista, y después vuelve a aparecer en un recuadro que ya está pintada, como si se tratara de un pecado venial, que primero lo cometes y después te das unas friegas de agua bendita que todo lo perdona, y hasta otra, que el mal no está en lo indecente que estaba, sino en el abandono de un ayuntamiento que lee poco o nada, pese a la pátina que se da todos los años con unos premios literarios que algún día van a dar una perforación de estómago.

Cada día está pasando en Extremadura que las miradas se ponen hacia Cáceres y son de notar. Cáceres lo decíamos hace poco, debe ser la gran madre que acoja exiliados, reine quien reine, que ésta debe ser la mano que tienda Marlene Dietrich, hacer un Cáceres además de patrimonio gloria universal, donde no te riña nadie, como ese jefe municipal que recuerda a Cortés Lavado cuando le dijo a Silva País con la medalla policial en el pecho: "Llévala como Cristo llevó la cruz al calvario". Eso es lo que queremos. No un Gólgota como el del Cerro de Reyes sino un Calvario que alguien nos diga eso tan hermoso de hoy mismo estarás conmigo en el paraíso . Por cierto, sabe, seguro que lo sabe, don César García a cuántos kilómetros está, o a cuántos meses...