Amparo Soler Leal (Madrid, 23-8-1936) ha vuelto al teatro con Las mariposas son libres, que en 1968 estrenó su madre, Milagros Leal. Precisamente Amparo nació en plena gira profesional de sus padres, ambos artistas. La guerra civil acabó con la carrera de papá Soler --Salvador Soler Marí, un valenciano de sentimientos republicanos--, que nunca encajó en el franquismo. Todo lo contrario que mamá Leal, rutilante dama en los escenarios del régimen. "Yo he tenido en mi casa las dos Españas", dice Amparo, que siempre sintonizó mejor ideológicamente con el padre que con la madre.

Casada con Adolfo Marsillach a los 18 años, no tardó en destacar como actriz al lado de él. En 1959, logró el Premio Nacional de Interpretación por Ondina , de Giraudoux. Un año después, se llevó el de cine por Usted puede ser un asesino , de Forqué.

Separada de Marsillach, se unió, en 1960, al productor catalán Alfredo Matas, que la ayudó a financiar el Grupo Teatro Realista (GTR), cuyos montajes de autores comprometidos (Pirandello, Muñiz, Sastre...) sufrieron el hostigamiento y el vacío absoluto (no se publicaron ni críticas periodísticas). Pero la pareja no se dio por vencida. De 1976 en adelante, ella se dedicó al cine como él, que fue un productor y exhibidor de éxito hasta su muerte en 1996.