Como cada fin de año, te vas a hartar de desear a tus amigos y conocidos que durante el año que entra sean felices e intenten hacer felices a los demás. Pero eso es tan difícil. Los seres humanos somos demasiado humanos. No entiendes que aún la mayoría de la gente relacione la humanidad de una persona con la bondad. Cuando después de los cientos de años de nuestra civilización, el mundo está hecho unos zorros precisamente por culpa de la humanidad; o sea de nosotros y nuestra forma de sentir y vivir. Pero no has venido aquí a recordar a tus congéneres que somos una panda de tipos desalmados que un día hicimos la tierra nuestra utilizando inteligentes planes de ocupación, y desde entonces tiembla de pavor todo bicho viviente. No hay especie animal ni vegetal en el mundo que escape de nuestra vileza. Incluso para nosotros mismos somos un peligro.

Sí, hoy ese Feliz Año Nuevo saldrá de miles de bocas en las calles, en los hogares, en los bares y comercios; y brindaremos por ello. Y mañana comenzaremos a vivir un año más. Y todo seguirá igual. Estaremos listos para hacernos la puñeta unos a otros; y a todo ser vivo que nos rodea.

Bueno, hay que decir que siempre habrá alguien verdaderamente inteligente e íntegro que intentará dar una vuelta de tuerca al mundo para que las cosas no sigan yendo por tan funestos derroteros. Pero ya se encargarán otros, los que dan golpes en la mesa porque tienen el poder, de callarles la boca y atarles las manos para que el panorama no cambie. Y ante esto, el resto de los humanos, nos quedaremos impasibles, sumisos e inactivos, viendo una y otra vez cómo fracasan esos humanos verdaderamente inteligentes que se vuelcan en intentar hacer un mundo más justo.

Feliz Año 2019 a todos. Y próspero y fructífero en especial a los que luchan activamente para evitar en el mundo la penuria, la injusticia, la enfermedad, la xenofobia, la homofobia, la contaminación, la devastación forestal, la usurpación de derechos, la tortura, el machismo, el maltrato animal. A los que viven para hacer felices a los demás. A esos luchadores que piensan que las palabras no sirven cuando se convierten en manidos mensajes que se quedan en nada.

* Pintor