Periodista

Como es habitual, el día de hoy, festividad de los Reyes Magos, marca el final de la pesadilla navideña y anuncia el comienzo de un nuevo año. Ante tanta desventura, tenemos que solazarnos por el hecho de que empiezan las rebajas y nuestra sed de consumo no se verá truncada. Para muchos, acabaron las vacaciones, con la dureza del reencuentro con el trabajo, aunque para otros sea la vuelta a la normalidad, a la rutina saludable. Y, como en todos los comienzo de año, se han hecho cábalas y pronósticos, se han manifestado deseos, se ha jugado un poco a las adivinanzas. Pero, en el plano político, lo único que hay de cierto es que en marzo habrá elecciones generales; que una vez más, cada cuatro años, se recurre al pueblo para que emita su voto; y, por encima de los resultados, como ciudadano, me sigue preocupando el nivel de abstención y de desencanto.

Dentro de pocos días sabremos si los actuales alcaldes de Cáceres y Badajoz se presentarán en las listas para el Senado, y si simultanearán sus cargos en caso de ser elegidos; el chismorreo sustituirá al debate y las campañas propagandísticas, a los análisis con rigor. El coordinador de la campaña de la derecha ya ha manifestado en TVE (dentro de la abusiva utilización partidista del medio público), que el PSOE no es una alternativa, con lo cual, se vuelven a desvirtuar los tratados periodísticos en los que una opinión se convierte en noticia. Entre la unidad de España y la rebaja de impuestos, pocas cuestiones llegarán con claridad al futuro votante, inmerso, por otro lado, en la modorra de la baja democracia que le ha tocado vivir.

Y como hoy es el día de los Reyes Magos, sin acordarnos de la República, nos gustaría, ya con retraso pero dentro del tópico, enviar una especie de mini-carta con estos deslavazados temas, al limbo de la conciencia colectiva del pueblo:

--El gran debate a fondo de la izquierda europea es el camino a seguir dentro de una socialdemocracia cada vez más interrelacionada, incluso diluida, con el capitalismo vigente.

--La derecha siempre habla de que la mejor fórmula para crear empleo es bajar los impuestos. ¿En verdad, han bajado los impuestos o se han redistribuido peor, aligerando la presión a los que más tienen porque así crearán más riqueza? ¿Dónde subyace la pedagogía de acostumbrar al ciudadano a que pagar impuestos es saludable democrático y solidario?

--Lo público (pensiones, sanidad, educación...) es la máxima garantía de la igualdad de oportunidades y el mantenimiento del Estado del bienestar.

--¿Es tan boyante nuestra economía? Estudios recientes indican que, si se produce la reactivación de las economías alemana y francesa, subirán los tipos de interés y llevarán al desasosiego financiero a miles de familias con hipotecas.

--¿Volverán la convivencia y el diálogo después de la crispada y desastrosa etapa del aznarismo?

--La globalización no ha solucionado los problemas pero sí ha puesto de manifiesto todas las carencias y pobrezas del mundo. Y la injusticia del sistema mundial, impuesto por le neoliberalismo económico.

--¿Sabremos detener la ola de terrorismo mundial desatada tras la ilegal e inmoral guerra de Irak?

--¿Prevalecerá la ética dentro de la política?

El lector puede añadir su particular retahíla de preguntas y deseos, en cuestiones que no se ciñan exclusivamente a lo económico, y que permitan vislumbrar que la democracia es una cuestión de todos y que la participación y la exigencia garantizan la pureza del sistema.

En este comienzo del calendario, me hubiera gustado ser más poético y optimista, pero, ¿es o no es esta una carta a los reyes magos?