TQtue Shakespeare existió y nació y murió en Stratford-upon-Avon nadie lo duda. Tampoco que se casó con Anne Hathaway y fue actor en Londres. Pero algunos expertos dudan de que fuera el genio que se cree. En la película Anonymous, de Roland Emmerich , el guionista John Orloff trama que en realidad fue el noble Edward de Vere , conde de Oxford, el cultivado creador de Romeo, Lear, Hamlet y todos los grandes mitos sin los cuales la vida cultural toda de Occidente, nuestra vida misma estaría mutilada.
Shakespeare queda reducido a un timador, desvergonzado y asesino. De Vere se habría visto obligado a ocultar su genialidad, por motivos de alcurnia. En la Inglaterra isabelina, los nobles no escribían. Me inclino a creer que es pseudohistoria pero lo cierto es que en el devenir de los siglos muchos han sido los creadores impelidos a ocultar su identidad por diversos motivos.
En la Edad Media, el nombre del artista era lo de menos. Así desconocemos quiénes son los geniales arquitectos de las catedrales levantadas ad maiorem Dei Gloriam, pues Dios era lo importante, y no el artista. En el Renacimiento, el hombre se erige como centro de la creación y firma. El ansia de la fama que no es eternal pero es muy mejor que la vida perecedera, es un acicate para Jorge Manrique . Sin embargo otro sagaz autor, el de El Lazarillo, ocultó su nombre por no buscarse problemas a causa de sus ideas anticlericales.
Hoy el anonimato es salvaguarda de cobardicas. Al amparo de la masa oculta en la red, la gente mala manifiesta sentimientos más propios de bestias que de seres humanos y muestra sus bajos instintos sin desvelar su identidad. Además, a las palabras de odio, al contrario que a las de amor, les sienta mal la exageración. Tras el accidente de Cristina Cifuentes , una caterva de indeseables que hubieran permanecido agazapados como conejos si se les pudiera reconocer, exhiben su rencor y le desean la muerte. Gentecillas sin valor de ningún tipo, absolutamente olvidables si no nos hicieran dolorosamente reflexionar en cuán bajo son capaces de caer algunos.
