Qué razón tiene el presidente de la Internacional Socialista (IS), António Guterres, cuando dice que ahora mucha gente sabrá que no es lo mismo un presidente de Estados Unidos demócrata que republicano. "Por eso sentimos cierta nostalgia de los tiempos de Clinton", ha subrayado en el congreso de la IS. Se refería a la beligerancia de George Bush en Irak. A éste le cabe el deshonor de hacer realidad "la privatización de la guerra".

António Manuel de Oliveira Guterres (Lisboa, Portugal, 30-4-1949) --ingeniero electrónico de profesión, católico de devoción y militante socialista desde la Revolución de los Claveles de abril de 1974-- cumplirá el mes próximo cuatro años como máximo responsable de la IS, cargo al que llegó en gran parte por los méritos contraídos en su primera época de jefe del Gobierno de su país (en total estuvo de octubre de 1995 a diciembre del 2001).

El acceso al euro y los créditos blandos para que 600.000 familias se compraran un piso fueron éxitos importantes. También al principio ganó la batalla al desempleo e invirtió en infraestructuras, aunque éstas acabaron siendo su talón de Aquiles, ya que hasta se le cayó un puente en el horribilis 2001. Cuando ese año el socialismo que él dirigía perdió las elecciones municipales (incluida la emblemática alcaldía de Lisboa), dimitió del Gobierno y del partido.