El consejero de Comercio de Mérida, Antonio Rodríguez Ceballos , hizo ayer un discurso que, por su localismo, debería estar desterrado de Extremadura. Dijo que la posible instalación de Ikea en Elvas beneficiaría a Mérida porque impediría a Badajoz acogerla. Un discurso, además, inútil, porque si Ikea se instala en Elvas significaría que tampoco lo hace en Mérida, a 80 kilómetros.