Todo lo que rodea a Letizia Ortiz seguía ocupando a tirios y troyanos en la prensa de ayer. Y si unos cazaban al primer marido, pedían prudencia a los novios y a la Zarzuela o elucubraban sobre si vamos hacia una Monarquía más republicana, otros, en este caso el Abc, destinaban una página a dar una información titulada así: "El periódico del PNV injuria al Príncipe de Asturias y a las presentadoras de televisión en su suplemento de humor". El subtítulo agregaba: "´Eligió a una, pero probó con todas´, reza uno de los titulares del diario".

El que ayer se escapaba del tema era Alfonso Ussía, que proclamaba su adhesión a la campaña del Foro del Espectador y otras asociaciones de espectadores y padres para que las empresas retiren la publicidad de los programas considerados telebasura que emiten resúmenes en horario infantil. "Es la publicidad la que sostiene la mugre de nuestras televisiones", escribía tras felicitar a los empresarios que han avanzado para que "desaparezca toda esa pandilla de periodistas de cloaca, colaboradores de alcantarilla, zorras desorejadas, chulos con doctorado, miramelindos, necios, putitas y putones, concursantes de necedades..." No invocaba ningún principio deontológico, sino "un pacto de caballeros" entre políticos, TV públicas, empresarios y anunciantes para acabar con "la televisión que corrompe a la sociedad". "Esta gentuza, todos, y lo digo desde la serenidad más medida --escribo por la mañana y soy hipotenso-- se tiene que ir a hacer gárgaras... Sin anuncios no hay dinero. Sin dinero no hay posibilidad de mantener a la mugre".