XYxa ha empezado a llover y han bajado las temperaturas, por tanto, ya podemos estar tranquilos hasta junio del 2006, porque el peligro de incendios ha pasado. Es probable que algunas personas piensen así, pero la realidad es muy distinta y debemos enfocar este grave problema desde una perspectiva diferente. Oímos con frecuencia la frase: Los fuegos se apagan en invierno pero muy poco se hace en este sentido. La difícil situación humana, económica y medioambiental que generan los numerosos incendios que se producen es España y concretamente en Extremadura, merecen una profunda y seria reflexión por parte de todos, porque quizás así podamos aportar un poco cada uno, para solucionar algo de este gravísimo problema que repercute muy negativamente en la sociedad.

Como cualquier problema, lo primero que debemos hacer es descubrir y analizar las posibles causas. Todas ellas son distintas y variadas, y sé que no voy a descubrir ninguna nueva, pero deseo colaborar, si es posible, a reflexionar sobre este preocupante fenómeno.

La pregunta inicial que deberíamos hacernos es, ¿por qué ahora hay muchos más incendios que hace cuarenta años? Podríamos responder que ahora hay más personas malévolas que prenden fuego al monte, aunque no lo creo . Ni ahora somos peores ni tenemos menos sensibilidad hacia los bosques y la naturaleza, las causas hay que buscarlas en otros motivos.

Hace cuarenta o cincuenta años los ganados se alimentaban básicamente de lo que pastaban por los campos, hoy en gran parte están estabulados y se alimentan de pienso, antes se araban y se cultivaban terrenos que hace años permanecen baldíos y están cubiertos de brezo, retama, escoba, jara o hierbas. Antes se recogían cantidades importantes de arbustos para calentar hornos y para hacer carbón, hoy nada de esto ocurre. Los caminos y veredas permanecían limpios y transitables, simplemente porque se transitaban, hoy casi nadie los utiliza. Los cauces de los arroyos y riberas permanecían expeditos de maleza y hoy están cubiertos de suciedad y de zarzas. Antes sólo acudían al monte los que trabajaban en él y conocían qué se podía hacer y qué era lo peligroso en cada momento, a día de hoy acuden a los montes con todo tipo de vehículos personas que ni lo conocen ni saben realmente cuáles son los peligros, qué es lo que se puede o no se puede hacer, además de desaprensivos e irresponsables, pero seguro que los menos.

Ante esta nueva realidad ¿Qué debemos hacer? ¿Qué debe hacer la Administración? Parece claro que realizar acciones sustitutorias de las que se hacían antes de forma natural, necesaria y cotidiana. Mantener los montes limpios de maleza, eliminar por partes y periódicamente la materia que sirve de combustión como las jaras, escobas, brezo etcétera... y que además se pueden utilizar como materia orgánica para enriquecer el propio bosque. Conservar los caminos y veredas en estado adecuado para que sirvan tanto de cortafuegos como de vías de acceso, cuidar los cauces de los arroyos y que estén limpios, porque ellos son, con su agua o mayor humedad y árboles de combustión más difícil, cortafuegos naturales, y a los miles de nuevos visitantes, desconocedores del monte, se deberá educar y controlar si es necesario.

¿Es posible realizar acciones para conseguir esos fines? Indudablemente sí. En los montes de titularidad pública la Administración dispone de recursos humanos y económicos suficientes para realizarlo sin especial esfuerzo. Además, cualquier acción que evite un fuego, es más económica que lo que éste destruye y los recursos que utilizamos para su extinción. En los montes de titularidad privada, abundantes en Extremadura, no es difícil establecer acuerdos adecuados y rentables para todos, y así poder mantenerlos en la situación adecuada, y tanto es así, que ejemplos de actuación y colaboración los hay en otras comunidades autónomas. ¡Hagámoslo sin dilación, no hay tiempo que perder! Lo que se debe y puede hacer, y no se hace, se llama negligencia o incapacidad . Desde hoy hasta junio tenemos tiempo de apagar fuegos. ¡Apaguémoslos!

*Secretario Provincial PP Cáceres