Catedrático de Derecho Constitucional

Colin Powell dio un plazo de seis meses para que los iraquís aprobasen una Constitución. Como ocurrencia está bien, como idea seria es demencial. EEUU es el país que produce más ciencia política del mundo. Sus dirigentes, sin embargo, parecen ignorar los trabajos de sus investigadores: una Constitución sólo puede echar raíces cuando se ha producido en un país un gran acuerdo social y político.

En Irak aún hay que establecer las bases previas para llegar a alcanzar tal acuerdo: sólo tras cumplir este objetivo se puede razonablemente redactar una carta magna. A menos, naturalmente, que a todo papel con apariencia de Constitución se le llame Constitución. Ese fue el caso de la Constitución española de 1808 con las tropas de Napoleón ocupando el país.