Cada día estamos más tontos. Es lo que he pensado al leer en la prensa que organizan un festival en apoyo a los 18 procesados por irrumpir en las instalaciones y plató del centro de RTVE en plena emisión del informativo territorial. ¿Hasta dónde tiene que llegar la tolerancia? Entiendo la desesperación de estas personas, por la situación que les ha tocado vivir, pero no es justificación para lo que hicieron ese día.

Leo también que siete abogados se harán cargo de su defensa y que han recibido la adhesión de varias personalidades y colectivos. Juntos justifican lo injustificable. Dicen, que irrumpieron en el centro de RTVE "pacíficamente". Entraron a la fuerza --hay imágenes-- y avasallando a todos los trabajadores que salían a su paso. A esto le llaman irrupción pacífica. Ellos saben que no fue así, por lo tanto mienten. Por cierto, uno de ellos es diputado en la Asamblea de Extremadura (ahí lo quedo). Trabajadores que acuden casi a diario a sus convocatorias de prensa, para luego contar en sus informativos sus reivindicaciones sociales. ¿Hacía falta montar este circo y faltar el respeto a estos trabajadores si, finalmente, no consiguieron su objetivo, que no era otro que leer un comunicado a cámara? Desde aquí, ya que nadie lo ha hecho, ni siquiera sus propios sindicatos, todo mi apoyo para esos trabajadores, que parece que fueron los culpables del desafortunado espectáculo del Campamento Dignidad. Y ahora dejemos actuar a la Justicia.