Estaré confundido seguramente, pero diariamente leo y escucho la propaganda de aparatos y artilugios para los vehículos capaces de detectar radares de velocidad, controles de alcoholemia, etcétera. ¡Y encima de la oferta si lo compras antes de los primeros tales pedidos te regalan otro! Y rebajado en plan bestia, según su precio original, evidentemente gran garantía del éxito de ventas.

O sea lo compro, me he pasado de copas, o puedo dar para malos entendidos el mínimo, que quizás más de uno lo lleve sin volante y con más peligro; te paras un poco antes, te vuelves para atrás si puedes o te paras simplemente y esperas, estoy imaginando, o se pone a conducir otro que no haya ingerido bebidas que puedan dan positivo, etcétera. Ojo, si te puedes volver para atrás y conducir al contrario de tu destino, supone el mismo peligro, ¿o no?

Seré un cabezón, no lo dudo, pero creo que estos inventos, si es que son de supuesta realidad en su anunciada eficacia no deberían ser legales y tener propaganda en ningún medio de comunicación, ¡digo yo! Y más con tanto como nos están metiendo en temas de tráfico, sin duda para nuestro beneficio y buen consejo, nadie puede rebatirlo, la muerte hasta ahora no es recuperable, pero también da cierto tufillo a euros, como en otras muchas cuestiones que nada tienen que ver con la carretera, pero sí con la gran preocupación por nuestra salud. ¡Amen!

Federico J. Marín **

Jerez de los Caballeros