WAwyer se reanudó en la Asamblea el pleno suspendido el pasado 26 de mayo. Como era previsible, transcurrió sin incidentes entre los diputados y es de notar que hicieron un ejercicio de comedimiento, aunque también era perceptible en el hemiciclo que las cicatrices tardarán en sanar. La vida sigue. El desarrollo normal de la siguiente sesión, una vez cumplido el orden del día del pleno interrumpido, así lo puso de manifiesto. Lo que cabe exigir es que una crisis como la vivida por el Parlamento extremeño no vuelva nunca a repetirse y que los grupos políticos reflexionen acerca de las razones por las cuales han dejado que sea el tiempo, y no otro factor, el que la termine resolviendo.