En la reunión celebrada el martes pasado en La Moncloa, el presidente Monago trasladó a Rajoy las reivindicaciones de Extremadura: tren de alta velocidad, deuda histórica, reparto de fondos europeos para el periodo 2014-2020, así como su rechazo al déficit asimétrico para las autonomías (y que será debatido mañana en el Consejo de Política Fiscal y Financiera). Antes de la reunión, Monago dejó toda una declaración de principios: "Yo no vengo a hacer promesas de papel mojado a los extremeños, sino compromisos de trabajo"; declaración que resulta una asimetría con el grado de cumplimiento de las 993 que presentó y defendió para que le votaran los extremeños en las elecciones autonómicas de 2011.

El Instituto Nacional de Estadística publicó el día antes de la citada reunión la Encuesta de Presupuestos Familiares del año 2012 en la que se recoge que el gasto medio por hogar en España fue de 28.152 euros en 2012 (Extremadura figura como la comunidad con menor gasto por persona, junto con Canarias). Poco después, día 25, conocimos el Informe Anual Corporativo de 2012 de las Compañías del IBEX 35 elaborado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que se recoge que los ingresos por consejero ascendieron a 562.000 euros anuales. La asimetría en la austeridad que padecemos queda constatada con los promedios de salarios de un consejero del IBEX 35 frente al gasto familiar español.

La tragedia ferroviaria en Santiago de Compostela ha puesto en nuestro conocimiento dos sistemas empleados para garantizar la seguridad de la circulación de trenes. De una parte, el Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERMTS) que vigila en todo momento la velocidad, condiciones de la vía, del tren y la circulación, disparando la conducción automática, frenado incluido, en caso de cualquier anomalía, como el exceso en la marcha; de otra, el Anuncio de Señales y Frenado Automático (ASFA) que es un sistema de señalización, no de control de velocidad (el sistema no reacciona, salvo que se superen los 200 kilómetros por hora, en cuyo caso lo detiene). El ASFA, que deja en manos del maquinista la decisión de reducir la marcha del convoy, era el instalado en la zona de la catástrofe. Un año y un mes después de que los trenes Alvia híbridos comenzasen a circular por allí aún no cuentan con ERMTS. Maldita asimetría.