Neurólogos y representantes del apoyo a la Sociedad Extremeña de Neurología

El ictus cerebral (también conocido como derrame, infarto, embolia, trombosis, congestión, apoplejía o accidente vascular cerebral) constituye la tercera causa de mortalidad en España (siendo la primera en la mujer) y es la principal causa de invalidez en el adulto de nuestro país. En nuestra comunidad la situación es peor, ya que es la primera causa de muerte, según datos de Junta de Extremadura.

Las cifras de incidencia en nuestro país se sitúan alrededor de los 200 casos por 100.000 habitantes y año. Las tasas de mortalidad son altas, ya que sobre el 20% fallecerá en los días siguientes y, al año, un 25% por complicaciones. El 30% quedará con graves secuelas y un porcentaje importante evoluciona hacia la demencia. En Extremadura, con algo más de 1.000.000 de habitantes, unos 2.000 ciudadanos padecen esta enfermedad cada año. Es una patología que claramente aumenta con la edad y la tendencia hacia el envejecimiento de la población hará sin duda que esta incidencia aumente.

El coste sanitario del ictus es enorme. A los coste directos: hospitalización, tratamiento, rehabilitación, control de las complicaciones, etcétera, hay que añadir los indirectos: pérdida de productividad laboral, institucionalización, gasto familiar, adaptaciones del domicilio...

El tratamiento del ictus ha avanzado enormemente en los últimos años y lejos del nihilismo terapéutico de hace años, ahora es posible tratar eficazmente a estos pacientes. Está demostrado ampliamente por múltiples trabajos que la atención del ictus en unidades especializadas es la mejor forma de atender a estos pacientes. Con ventajas claras para el paciente (mejor estado funcional al alta, menos complicaciones y disminución de la mortalidad) y para los gestores (menor coste final). Siendo por tanto beneficioso para los pacientes, sus médicos, los administradores del hospital y las autoridades sanitarias.

Somos conscientes de la dificultad en el ordenamiento de la sanidad en la región y del esfuerzo que está haciendo el SES, pero pensamos que es un problema sanitario prioritario. Solicitamos y necesitamos que existan neurólogos de guardia en los principales hospitales y que se creen al menos dos unidades de ictus. En foros y publicaciones científicas en las que hemos participado neurólogos de nuestra región hemos manifestado nuestro interés y disposición para organizar de una manera adecuada, moderna y eficaz la existencia a la patología neurológica urgente y en especial la enfermedad vascular cerebral. Médicos, gestores y autoridades sanitarias debiéramos aunar esfuerzos para fomentar la creación y funcionamiento de estas unidades y poder cumplir con nuestra obligación de ofrecer a nuestros enfermos las mejores posibilidades para sobrevivir y recuperarse de un infarto cerebral.

Mañana se conmemora el día del ictus y queremos hacer un llamamiento de esperanza a todos aquellos ciudadanos que hayan padecido esta enfermedad y a los familiares que la sufren junto a ellos. La vida sigue...