Al menos Astrit Bushi no ha reído el último. El peligroso líder de la banda de albanokosovares que agredió brutalmente a José Luis Moreno, y que fue puesto en libertad por un garrafal error en los juzgado madrileños el pasado 2 de abril, ya vuelve a dormir entre rejas. La policía albanesa y la Guardia Civil lo detuvieron, hay que confiar que definitivamente, en su país.