TEtl Ateneo de Cáceres cerrará sus puertas si deja de recibir ayuda económica de las instituciones públicas. Paradójicamente, el Ateneo es la institución privada más pública que existe. Cualquier ciudadano puede ser Ateneísta y hacerse socio, pero si no lo es, siempre tendrá el Ateneo abierto para lo que necesite. Pongamos que usted escribe un libro y quiere presentarlo al público. El Ateneo le ofrece su salón de actos para que lo haga. Si usted lo que quiere es publicar un artículo, una narración o un poema, puede recurrir a la revista Ateneo, que se publica semestralmente. Pongamos que a usted le gustaría hacer teatro, pues nada, existe un grupo que se llama Cambaluz-Ateneo Teatro que le acogería con mil amores. Que es usted un aficionado al ajedrez y necesita de un lugar y unos contrincantes, o enseñantes, ahí está el Ateneo, para que usted practique el enroque, el jaque pastor y el jaque mate. Si es un pintor de los que pintan por pintar, o de los que pretenden ganarse la vida pintando, el Ateneo le ofrece una sala de exposiciones donde mostrar su obra. ¿Le gusta mirar al cielo de noche, pero no tiene ni idea de lo que ve? En el Ateneo existe la sección de Astronomía, donde le enseñarán a mirar las estrellas y a conocerlas. ¿Es usted un ensimismado filósofo de la vida? Pues póngase a filosofar en las sección de Filosofía del Ateneo.

En el Ateneo también podrá asistir a ciclos de cine y participar en un coloquio sobre la película que vea. O a audiciones de música clásica y hablar sobre una sinfonía o un preludio. Podrá mirar atrás para conocer la historia del mundo y asistir a conferencias, tribunas, viajar, degustar bebidas y comidas. E incluso podrá aprender a bailar el ballenato, el tango y el pasodoble. Y si es político practicante, tendrá a su disposición un espacio para trasmitir su mensaje, sea cual sea el partido al que representa.

En el Ateneo cabe la izquierda y la derecha. Cabe cualquier ciudadano, indistintamente de su capacidad intelectual, su nivel cultural o su condición social. Y como dije, no es imprescindible ser socio, aunque lo normal es que los asiduos al Ateneo terminen haciéndose socios, siempre que su economía se lo permita.

Si el Ateneo se cierra se perderá la más activa institución de Cáceres que ofrece cultura a todos los públicos. Nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde.