Si las previsiones de los concesionarios de vehículos se cumplen, el año recién iniciado será el de la consolidación de la recuperación de las ventas experimentada en la segunda mitad del 2009. El sector, realista, considera que sería un éxito alcanzar de nuevo las 952.000 matriculaciones del año pasado, una cifra que, aun siendo la peor de los últimos tres lustros --y un 18% inferior a la del 2008--, fue un 19% superior a la calculada inicialmente, cuando empezaron a desplomarse las ventas por efecto del paro desbocado y las restricciones del crédito para el consumo. El sombrío panorama existente hace ahora un año experimentó un vuelco a partir de mayo con la implantación del Plan 2000E, por el que la Administración y los fabricantes subvencionaron la compra de vehículos. La respuesta a esta iniciativa ha sido excelente, sobre todo por parte de los particulares, que conforme avanzó la segunda mitad del 2009 se decidieron cada vez en mayor medida a cambiar de vehículo, hasta el punto de que en diciembre las ventas de turismos fueron un 47% superiores a las de un año antes. Fabricantes y concesionarios estiman que la prórroga del plan durante este año --al menos mientras no se agoten los 100 millones de euros con que ha sido dotado-- permitirá mantener esta recuperación, aunque temen el efecto negativo combinado del fin de las ayudas y el anunciado aumento del IVA en julio. El estímulo de las subvenciones oficiales no puede ser permanente, porque si lo fuera perdería casi toda su eficacia. El sector, pues, deberá afrontar con otras armas la segunda parte del año.