La autovía que unirá Cáceres y Trujillo ya tiene el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente, aunque este departamento ha puesto sobe la mesa duras condiciones para la redacción del proyecto de esta importante ruta, que unirá en el futuro las dos principales arterias de la comunidad: la autovía de la Plata y la de Extremadura. Pese a la declaración de impacto ambiental, el trazado de la autovía no podrá sortear uno de los principales enclaves naturales de Extremadura, una zona de especial protección de aves (Zepa) situada en Los Llanos y Sierra de Fuentes. Oídas las advertencias de los conservacionistas, el trazado elegido ha sido el que atraviesa Cáceres por su zona norte hasta conectar con la autovía de la Plata entre la capital y Casar de Cáceres. Aunque técnicamente esta decisión parece la más correcta vistas las alegaciones presentadas en su día, este tramo no logra salvar en su totalidad una Zepa que une los términos municipales de Santiago del Campo y Aldea del Cano. La solución adoptada es la menos mala, pero es necesario que para su desarrollo se extremen todas las acciones encaminadas a proteger un patrimonio natural sobre el que, de forma irremediable, se infligirá un daño, por muy leve que éste sea.