Profesor de Economía Regional (UE)

Los beneficios sociales y económicos que supondría un tren de alta velocidad internacional Madrid-Cáceres-Mérida-Badajoz-Lisboa son incuestionables para Badajoz. Primero, porque se reduciría el tiempo de viaje, siendo de tan sólo 2 horas a Madrid y de 1 hora a Lisboa; segundo, porque se dispondría de un nuevo medio de transporte que permitiría leer, estudiar, oír música o ver vídeos, descansar, e ir al baño durante el trayecto; tercero, haría más atractiva a la ciudad para los negocios, el turismo y para los congresos; cuarto, con precios adecuados y con sistemas de bonos, con el tiempo, también pondría al alcance de buen número de capas sociales estas posibilidades y estas ventajas; quinto, disminuirían los accidentes de tráfico en la N-V y en la autopista Badajoz-Lisboa, con el consiguiente ahorro de pérdidas de vidas humanas, de daños irreparables e irreversibles y de desembolsos de las compañías de seguro; sexto, atraería población portuguesa y española que quisiese residir en una ciudad que cuenta con universidad y con todo tipo de servicios sociales y culturales, pero cuyo precio unitario de la vivienda es muy inferior a la media, y cuyo entorno medioambiental es limpio y agradable; y séptimo, convertiría a Badajoz aún más en un privilegiado enclave hispano-luso.

Pero todos estos importantes beneficios sociales y económicos, cuyos efectos se podrían ir sintiendo desde la puesta en marcha de su construcción hasta una década o dos posteriores a su funcionamiento efectivo, o sea desde 2006 o 2007 hasta 2030 y posteriormente, no serán posibles si, en la próxima cumbre ibérica o en sucesivas, los actuales gobiernos de Portugal y España no deciden enlazar el tren de alta velocidad Madrid-Lisboa en Badajoz/Elvas.

El nuevo ministro de Transportes de Portugal ha expresado su interés en conectar por Cáceres (olvidando y postergando a Badajoz) y el Gobierno español, desde la anterior cumbre ibérica, había manifestado su interés de conectar en Badajoz capital.

Badajoz capital está en la frontera y es la única ciudad entre Madrid y Lisboa con habitantes de sobra (140.000 habitantes) para poder contar con una parada de tren de alta velocidad, teniendo cualquier otra ciudad de esta área del centro y suroeste ibérico muchísimos menos habitantes.

Además, el actual ministro de Transportes de Portugal pretende que España pague los kilómetros entre Cáceres capital, que no está en la frontera, y la frontera portuguesa, para que así ellos hagan menos kilómetros desde la frontera hasta Lisboa, aunque algo más caros y les quede el enlace más cerca de varias de sus ciudades más pobladas, condenando al olvido definitivo al Alentejo y a la incomunicación futurible próxima al Algarbe portugués (o sea, a todo el sur de Portugal) y también, de paso, a Badajoz y a Mérida (e indirectamente a otras poblaciones importantes y próximas del sur de Extremadura: Almendralejo, Zafra, Jerez de los Caballeros, Don Benito y Villanueva, etcétera). No creemos, y así ya lo han demostrado muchos técnicos, que sea ni social, ni económica, ni técnicamente la mejor apuesta de futuro ni para la península Ibérica, ni para nuestra ciudad, ni para Extremadura, ni la que más justicia haga con las actuales condiciones y potencialidades de Badajoz, ni del suroeste ibérico.

Por tanto, antes de que el Gobierno español, por los motivos que fuese, llegase a pactar este trazado con Portugal, en la próxima cumbre ibérica o en las siguientes, las fuerzas sociales, económicas e institucionales de nuestra ciudad y de nuestra región deberían dejarse oír claro y fuerte en Badajoz, en Extremadura y en Madrid para tratar de comprometer como sea una parada del TAV internacional en Badajoz; ya que, en definitiva, si no se hace así, se le estarían reconociendo más derechos, por ejemplo, a Cuenca para terminar estando en el trayecto Madrid-Valencia, que a Badajoz, para poder seguir siendo, lo que ha sido siempre de forma permanente e histórica: punto de encuentro entre Madrid y Lisboa (y está claro que Cuenca no tiene, ni mucho menos, con todos los respetos, tantos habitantes, ni tanto desarrollo económico como Badajoz).

Esperamos que Badajoz sepa luchar y luche por su parada y por su conexión internacional de tren de alta velocidad entre Lisboa y Madrid; y que la llegue a conseguir, porque no se trata más que de buen juicio político, social y económico.