El olvido borra la memoria, pero la tenacidad y la persistencia logran, con fuerza, lo justo y lo bello, cuándo y cómo corresponde, y consiguen ganar el presente y el futuro.

No debemos dejar caer en el olvido la reivindicación extremeña y alentejana del AVE Madrid-Lisboa por Badajoz-Elvas (que favorecerá a toda Extremadura y Alentejo) y tampoco debemos dejar de reclamar la realización inmediata no sólo de la reforma del corredor extremeño, sino de su conversión en un verdadero corredor de alta velocidad con vía doble y electrificación, con una dotación presupuestaria suficiente en los Presupuestos Generales del Estado español cuanto antes.

Para ello, es necesario actuar en varios frentes simultáneamente y con claridad de ideas y de propósitos, sin que discusiones estériles provocadas por el desconocimiento o por la voluntad de confundir y estrategias localistas egoístas nos desvíen y distraigan del camino correcto para conseguir inmediatamente esta infraestructura que facilitará, si las sabemos aprovechar, nuestro desarrollo social y económico.

En primer lugar, el parlamento autonómico de Extremadura, junto con la Comissïo de Coordena§ïo da Regiïo Alentejo, deberían abanderar una única propuesta de trazado y paradas. En principio, se debe abanderar la que ya ha sido demostrado que es óptima socioeconómicamente (que discurre por Caya, que es la frontera entre Badajoz y Elvas-Evora-Ota); y a continuación, pero sin gran demora, aquéllas que estimamos que deberían facilitar un consenso más rápido entre España y Portugal (discurriendo por Caya-Evora-Santarem o, como máximo, por Caya-Estremoz-Entroncamento). Además, estas propuestas y estrategias deben ser debatidas técnica y políticamente y aprobadas en las instituciones públicas representativas de las dos regiones, ya que otras entidades menores, como los ayuntamientos o las diputaciones, aunque con esfuerzos loables, carecen de esta mayor y alta representación del conjunto de las dos regiones; y, por otra parte, no siempre consiguen reunir a todos.

En segundo lugar, resulta necesario que no sólo el jefe del Estado de Portugal, sino el jefe del Estado español tenga conocimiento de la reivindicación de Extremadura-Alentejo y del amparo que le ofrecen los estudios técnicos ya realizados por la RAVE portuguesa antes del 13 de septiembre del 2002 (fecha en que fue obligado a dimitir su entonces presidente ejecutivo). Además, deberán conocer la voluntad del Alentejo y Extremadura para que el Gobierno español logre un consenso político inmediato con el gobierno portugués, cediendo, si es necesario, algo a partir de la solución técnica óptima, tal y como se ha indicado en las opciones señaladas con anterioridad. Si Extremadura y Alentejo ahora tan sólo suponen 1,6 millones de habitantes en el conjunto de 50 millones de habitantes de España y Portugal (y por tanto, la fuerza política de los votos de su población es muy escasa), el impulso de una infraestructura de este género bien les podría poner en la senda para que atrajesen el volumen de población que durante el siglo XX tuvo que emigrar para que otras tierras de España y Portugal lograran un mayor desarrollo social y económico.

En tercer y último lugar, la sociedad civil y los grupos empresariales regionales con intereses en esta amplia región fronteriza deberían movilizarse y manifestarse por la realización del corredor extremeño y por el AVE Madrid-Lisboa, ya, forzando a cerrar y ejecutar alguno de estos acuerdos ya señalados, que serían favorables a Extremadura y Alentejo, pero no menos a otras muchas regiones portuguesas y españolas. Deberían obligar a los gobiernos de Portugal y España a que se firmase y comenzase a ejecutar un acuerdo en el año 2003, ya que es perfectamente posible; y que no tuviésemos que esperar hasta el año 2005 o el 2006 para que este acuerdo se firmase. Y, para ello, hay múltiples formas de presión cívica y ciudadana:

a) Carteles y pegatinas alusivas únicas y permanentes en los comercios y establecimientos públicos y privados de Extremadura y Alentejo.

b) Manifestaciones periódicas en la calle (autorizadas, pacíficas y silenciosas).

c) Publicación permanente de la reclamación del AVE en un cuarto de página, asumido por la prensa regional y local y también enviada periódicamente a la prensa nacional.

d) Emisión de anuncios periódicos con la reivindicación en las televisiones locales y en las nacionales de mayor audiencia.

e) Emisión de anuncios radiofónicos en las radios locales, regionales y nacionales.

f) Otros estilos diversos de llamadas de atención como la solidarización en las camisetas de los deportistas regionales y locales, la venta a bajo precio de "pins", llaveros, camisetas, que darían publicidad a la reclamación, etcétera. O la declaración favorable de personajes famosos comprometidos o que se quieran comprometer con Extremadura y Alentejo.

Sólo los pueblos que luchan de forma permanente, contundente y eficaz por lo que consideran justo, lo consiguen. De hecho, el desarrollo social y económico al que aspiramos no consiste en una subvención a fondo perdido sino que presupone una lucha permanente y constante de autosuperación que no admite dejaciones, ni dilaciones. No se puede exigir sin responsabilizarnos, ni podemos tampoco exigir para no responsabilizarnos después con el resultado de nuestra reivindicación.

Esperamos el desarrollo social y económico del Alentejo y de Extremadura: ¡forjémoslo, ya! (mañana, siempre es tarde).