WEwl tren de Alta Velocidad fue ayer, de nuevo, centro de polémica. Las preguntas hechas en el Senado a la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez , por el senador y presidente del PP en Extremadura Carlos Floriano han puesto otra vez en el escaparate de la actualidad al AVE extremeño. De la respuesta de la ministra sobresale un dato que, no por conocido, deja de ser de gran importancia cuando se trata de un proyecto como éste: la reiteración del Gobierno de que habrá AVE extremeño en el 2010, tal como se ha dicho hasta ahora desde que se comprometieron los dos países ibéricos en la cumbre de Figueira da Foz de noviembre de 2003. Sin embargo, la ministra no aclaró cuándo estarán los primeros estudios de impacto ambiental sobre el trazado exacto, el cual está condicionado por ellos, sin que esa circunstancia signifique que el tren no vaya a circular por Navalmoral, Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz. Y en este punto tiene razón el PP. Porque el Gobierno se comprometió a que dichos estudios, que no han sido razón para paralizar los proyectos en otras zonas del país, estuvieran, como muy tarde, a final de enero, y todavía no están. Puede haber un retraso y no deberse a nada más que a la maquinaria de la Administración, pero el Gobierno debería no olvidar que el AVE es muy importante para esta región, y que su compromiso de que estará en la fecha prevista se alimenta y se justifica de los compromisos, menores pero importantes, sobre los requisitos que hacen creíble y posible cumplir esa promesa.